Contra la crisis, espíritu emprendedor. Así se las gastan en
la Cámara de Comercio y la Fundación INCYDE. Eso supone la
creación del segundo vivero de empresas de Ceuta, un
proyecto en el que también ha participado la Ciudad Autónoma
a través de Procesa.
Esta instalación está situada en el polígono de la Chimenea,
en pleno corazón del Tarajal. Un lavado de cara a la parte
menos desgastada del polígono. Algo que, desde la comunidad
de propietarios, esperan que sirva para fomentar una nueva
imagen más comercial y productiva de una instalación muy
denostada hasta ahora.
No cabía ni un alfiler. La Cámara de Comercio demostró ayer
su poder de convocatoria reuniendo a las principales
autoridades de la ciudad autónoma en el acto de inauguración
de su nuevo vivero de empresas, el segundo que esta entidad
posee en Ceuta. Desde quienes tomaron la palabra como el
presidente de la Cámara, Luis Moreno; el presidente de la
Ciudad, Juan Vivas, o el director de la Fundación Incyde,
Nicolás Henríquez. Hasta aquellos que acudieron para
respaldar esta iniciativa. Personajes como el delegado del
Gobierno en Ceuta, consejeros del Ejecutivo autonómico
ceutí, representantes de las cuatro culturas, el gerente de
Procesa, el presidente del CES, miembros del Pleno de la
Cámara de Comercio, el presidente de la FPAV o
representantes de la comunidad de propietarios de los
polígonos del Tarajal. La instalación estuvo llena a
rebosar.
El presidente de la Cámara comenzó reseñando que el nuevo
vivero pertenece a todos los ceutíes, emprendedores que con
valentía e ilusión quieran iniciar una aventura empresarial.
Este realizó un llamamiento para que quienes tengan ganas de
afrontar la crisis trabajando no duden en acudir al vivero
para instalarse. Las dos naves que ocupa tienen espacio para
acoger hasta 16 emprendedores.
Entiende Moreno que esta instalación debe ser el “centro de
una creciente cultura empresarial” en Ceuta. “Un lugar donde
los jóvenes puedan ver que existe otra forma de entrar en el
mundo laboral”, continuó.
Por su parte, el director de la Fundación Incyde, el más
locuaz y animado de los intervinientes recordó el cariño que
tiene a Ceuta. Henríquez fue preciso al dar cuenta de los
obstáculos que este proyecto ha debido salvar para ser toda
una realidad. “Este vivero es fruto de la fe y de la
constancia de dos personas como el presidente de la Cámara y
el de la Ciudad”, afirmó.
Pertenecer a la Cámara de Comercio y a Incyde es toda una
garantía y el representante de la fundación se encargó de
proclamarlo a los cuatro vientos. Según Henríquez, Ceuta
pertenece ahora a una red de viveros, “el más grande de
europa”, donde hay 82 instalaciones funcionando.
Próximamente serán 120 y conectados.
Finalmente, el director de la Fundación Incyde recordó que
los viveros de la Cámara son una “garantía de
supervivencia”. Así, mientras normalmente más del 50% de las
nuevas empresas han de cerrar al año de su nacimiento, el
grado de continuidad de aquellas que funcionan dentro de un
vivero es del 80% tras esos primeros 365 días.
El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, calificó de “muy
acertada” esta iniciativa en la que colabora a través de
Procesa. Este abogó porque sean las administraciones las que
allanen el camino a los emprendedores para que puedan
desarrollar sin dificultades sus ideas de empresa. “El
vivero es una iniciativa bien dimensionada para una ciudad
como Ceuta”, agregó.
Por otro lado, el jefe del Ejecutivo ceutí animó a las
personas con espíritu emprendedor a “no arrugarse” pese a la
crisis. En este sentido, ofreció la colaboración de la
Ciudad y recordó las iniciativas llevadas a cabo para
fomentar la creación empresarial. Entre ellas la entrega de
más de 300 ayudas para fomentar la inversión y el autoempleo
entre las pymes.
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