Los cambios radicales del clima no
me dejan tranquilo. Entre calores y fríos me paso las horas
del fin de semana en un lugar que tiene por característica
principal ser de clima muy benigno. La verdad es que se ha
ido a la porra semejante slogan publicitario.
Bueno, en el ruedo político y religioso destaco algunas
declaraciones de miembros del Gobierno, de la economía y de
la clase religiosa católica.
Antes, como si fuera de paso, comento que estuve
presenciando, dos horas exactas antes de comenzar éste
artículo, cómo un islamista con enorme barba hacía
proselitismo entre un grupo de inmigrantes negros que
estaban parados en la calle. No se por qué, pero no me
gustó.
Bien, las declaraciones del gobernador del banco de España
sobre que no habrá dinero para las pensiones hacia el año
2025… quiromancia o mucha dedicación al tarotismo. A saber
quienes nos gobernarán ese año, si el PP o el PSOE.
Esa declaración no es más que un dardo envenenado contra los
socialistas para asustar al ciudadano y cambiar su sentido
del voto. O sea que es parte de una campaña de acoso y
derribo contra el gobierno actual. Los ricos tienen la manía
de que les gobiernen los de la derecha más rancia. A fin de
cuentas sus intereses particulares están por encima de la
patria.
Seguro que si están los de la derecha gobernándonos dirán
que las pensiones están garantizadas hasta el año 5.000.
Dándonos, de paso, pensiones mínimas para la supervivencia.
No está bien pegar tantos sustos al personal con
declaraciones tenebrosas, tipo Rajoy, porque los que ahora
tienen cuarenta y nueve años creerían quedarse como mendigos
cuando cumplan la edad de jubilación.
Por otro lado, menudo cinismo tiene el cardenal arzobispo de
Madrid al declarar “el crimen del aborto ensombrece la
historia de la humanidad”, como si fuera agua de rositas la
actuación de “su” Iglesia a lo largo de la misma historia de
la humanidad: desde las Cruzadas, pasando por la Inquisición
y las luchas intestinas con los luteranos y protestantes,
hasta nuestra Guerra Civil con bendición de los caídos por
la Patria y desprecio por los caídos por la República.
Menudo cuadro se está haciendo este señor cardenal
arzobispo.
Siguen metiéndose en política los señores del Vaticano,
tanto se meten en política que ya es una clara injerencia en
los asuntos nacionales, como vengo repitiendo, de gente
pertenecientes a un estado extranjero aunque tenga el DNI
español.
Se debe imponer el propio cardenal arzobispo varios
ejercicios de conciencia en los que se imponga legalmente
una visión antropológica y moral para remover su conciencia
en una formación más de acorde con los tiempos que corren y
con la democracia. No queremos ninguna Dictadura política ni
religiosa. Ni mucho menos religiosa impuesta por otro
Estado: el Vaticano.
Creo, en mi opinión personal, que los señores de la Curia
están cabreados porque ya no pueden acudir a desayunar,
comer, merendar ni cenar a casas de particulares, de
feligreses, como antaño y soltar sermones a los abuelos,
padres, hijos y nietos. Ya no pueden convencer a las
ancianitas, a las que solían visitar con exagerada
frecuencia, para que les donen la herencia para la causa de
su economista Dios y así engrosar las arcas de un estado
extranjero con patrimonios ingentes, mientras Satanás, que
está sentado en el sofá jugando con la consola de mi hijo,
me dice que sí con la cabeza.
Con lo sencillo que resulta explicar que ninguna ley, ni la
que está pendiente de aprobar, obliga a nadie a abortar
contra su voluntad. ¿Tan difícil es entender esto?... ¿será
tan estúpido que no comprende que es simplemente un
mecanismo legal que beneficia a la persona?... ¿será tan
gilipollas que quiere que las mujeres sigan muriendo por
practicar abortos clandestinos en condiciones lamentables y
sin respaldo legal? ¿será tan imbécil que han tenido que
abolir el Limbo para meter lo del aborto?
Lo que más ensombrece, no a la humanidad sino a la religión,
es que cuando hay una guerra injusta no le oímos ninguna
queja. Ni a sus jefes.
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