A finales del pasado mes de febrero un fuerte temporal de
viento y lluvia azotó nuestra ciudad y provocó numerosos
daños en diversas zonas de la ciudad. Precisamente uno de
los daños provocados fue el derrumbe del muro que separa la
Parroquia de Santa Teresa de la Guardería Municipal que hay
en la Residencia de Mayores Nuestra Señora de África.
Hoy por hoy, prácticamente dos meses más tarde de aquel
temporal y después de las cotinuas llamadas realizadas por
el párroco a las autoridades pertinentes, la zona derrumbada
continúa exactamente igual que cuando ocurrió, llena de
escombros y de árboles caidos, por lo que se puede decir que
las llamadas han ido a caer en saco roto ya que la Ciudad no
ha mostrado el menor interés por intentar, por lo menos,
limpiar la zona de escombros.
Ahora se acercan las comuniones, y precisamente la Parroquia
de Santa Teresa es una de las que más volumen de comuniones
tiene y la explanada que servía de aparcamiento para los
familiares de los niños que reciben su primera comunión
continúa seriamente mermada por este total desinterés.
Además los vecinos del piso colindante también se quejan de
la gran cantidad de bichos que hay ahora en la zona debido a
todos los árboles y plantas que se encuentran esparcidos en
el lugar desde el fuerte temporal.
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