La Ciudad Autónoma no se da más plazos que el término de la
legislatura, en 2011, para decantarse por un modelo de
planta de gestión de residuos que ponga fin al déficit
endémico que en esta materia arrastra Ceuta. La
infraestructura no comenzará a construirse en ningún caso
hasta superada esa fecha.
El Gobierno que preside Juan Vivas no dará ni un paso más
allá de lo que se comprometió a hacer en materia de residuos
en el programa electoral con el que concurrió a las
elecciones autonómicas de mayo de 2007. “Plantearemos una
solución definitiva al tratamiento y eliminación de los
residuos urbanos, en colaboración con el Ministerio de Medio
Ambiente”, se decía en la declaración de intenciones del PP
que mereció la confianza de los electores hace dos años.
Ayer la consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, ratificó
que así será. “A lo largo de esta legislatura pretendemos
elegir el modelo de planta de entre los que tenemos sobre la
mesa que mejor se puede encajar con las necesidades de Ceuta
y poner en marcha el Plan Integral de Residuos Sólidos de la
ciudad”, explicó Bel, quien reconoció que en ningún caso
está contemplado que las obras de dicha planta puedan
iniciarse antes de la próxima legislatura.
Igualmente Bel explicó que su departamento no tiene marcada
ninguna fecha límite para tomar una decisión al respecto.
Después de ser aseteada a preguntas al respecto en cada
comparecencia cuando, a finales de 2008, afirmó que contaría
con un veredicto definitivo primero antes de que terminase
el año y después que durante el primer trimestre de 2009
ahora la consejera ha decidido no volver a encorsetarse a sí
misma.
“Despues de vernos con la Agencia Catalana de Residuos, que
es la referencia a nivel nacional en la materia, seguiremos
analizando las propuestas y la documentación disponible en
contacto con otros especialistas”, adelantó Bel sobre sus
planes a corto y medio plazo, “sin ninguna fecha límite para
tomar una decisión definitiva”.
Hasta la fecha Bel, que ayer volvió a negarse a desvelar los
nombres de las fórmulas de gestión de los residuos que
maneja, sólo ha dicho con toda rotundidad que la Ciudad ha
“descartado” que la opción por la que finalmente se decante
vaya a ser la de una incineradora, ya que dicha alternativa
está “desfasada”.
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