Los datos ofrecidos por los medios
de comunicación resultado de varias encuestas efectuadas en
estos últimos días indican una cómoda ventaja del Partido
Popular sobre el partido socialista, pronosticando una
holgada victoria popular en los próximos comicios.
Circunstancia que, sin ninguna duda, ha propiciado la
reacción de los socialistas promoviendo una profunda crisis
de Gobierno.
La reacción socialista muestra la capacidad de unos
ideólogos que han reaccionado inmediatamente al objeto de
acortar e incluso alcanzar la victoria a través de la
sustitución de algunos miembros del Ejecutivo con
justificaciones diversas aunque, evidenciando claramente una
nueva estructura en la que priman los ministros-políticos,
con autonomía y con voz propia capaces de difundir
ampliamente las consignas socialistas a través de la clásica
utilización demagógica de todos los medios a su alcance.
Coyuntura que debe animar al principal partido de la
oposición en su labor diaria sin caer en la autocomplacencia
y el auto bombo, reconsiderando algunas de sus impopulares
argumentaciones así como, promoviendo cambios significativos
en su estructura organizativa que acerquen esta formación al
mayor número posible de ciudadanos. El trabajo pre electoral
desarrollado en Galicia y las actuaciones y decisiones
protagonizadas por su nuevo Presidente, Núñez Feijóo deben
ser el ejemplo a seguir por todos los líderes populares.
Ahora es el momento de liderar el cambio en una sociedad
hastiada de la demagogia utilizada por los socialistas en la
toma de decisiones populares a lo largo de estos años pero,
que en nada han beneficiado al conjunto de la sociedad
española. Un Gobierno que ha mostrando su incapacidad a la
hora de solucionar los efectos derivados de una grave crisis
económica reconocida tardíamente así como, dilapidada
nuestra reputación internacional con decisiones unilaterales
argumentadas en su repercusión mediática.
En definitiva, el Partido Popular debe actuar en
consecuencia dando respuestas a una sociedad necesitada de
un liderazgo firme que reconduzca la precaria situación
provocada por la incapacidad de un Gobierno empeñado en
dividir a la sociedad española con decisiones excluyentes
amparadas en el sectarismo demagógico de la supuesta
izquierda española apoyada por los titiriteros de la ceja.
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