Hace un par de meses, cuando un
empresario taurino se dirigió a Ceuta, con la intención de
recuperar nuestra ciudad, también, para el mundo de la
fiesta de los toros, hubo quienes, esos que aparecen en el
anti, sin saber de qué se trata, pusieron el grito en el
Cielo, y comenzaron a recoger firmas para que en Ceuta no
hubiera toros.
Era algo así como si un grupo de salvadores de la ciudad se
pusieran al frente de una campaña para que el “demonio” no
entrara en nuestras santas y santificadas tierras.
Ese movimiento y la falta de conocimiento de lo que es y lo
que significa la fiesta de los toros, hicieron que en la
Ciudad Autónoma, en el organismo correspondiente, entrara el
“síndrome de congojonitis” y con la excusa de que no había
dinero y con la de que en el mundo de los toros hay que
tener cuidado, para que no te engañen, se zanjó la cuestión
con un “ahora no, para otra ocasión ya veremos”.
Ni que decir tiene que me opuse, en todos los medios que me
preguntaron, a esa actitud de los anti y de los que se
dejaron “acongojonar” por los anti y cada vez que con datos
–nosotros operamos siempre con hechos concretos y no con
cantinelas baratas- , podemos refutar esa actitud, no
dejaremos pasar la ocasión para decir:” No tenéis ni idea y
os dejáis llevar por los charlatanes de feria que no son
capaces de vender un pañuelo de los falsificados”.
Y el primer paso, tras los de la Semana Santa, nos llega
desde Barcelona, un lugar que es, ha sido y seguirá siendo
taurino, a pesar de que ciertos saltimbanquis se pongan a
berrear a la puerta de la Monumental, cada día que hay toros
allí.
Digo que la noticia nos llega desde Barcelona, donde el solo
anuncio de José Tomás, para actuar allí en la Plaza
Monumental ha hecho que en cincuenta minutos, he dicho bien,
en menos de una hora, agotaran las entradas.
Pero el festejo no está anunciado para pasado mañana, sino
para el día 5 de julio, claro que la afición a los toros
está por encima de otro tipo de opiniones, hasta el punto de
que previendo que las entradas se iban a agotar rápidamente,
como así fue, los aficionados estuvieron en la cola, ante
las taquillas, desde la noche anterior.
¿Será que en Barcelona han perdido el juicio por la fiesta
de los toros?. No, los que han perdido el juicio o el tino y
no saben por donde van, son esos que por su falso sentido de
protección a los animales, sin saber lo que es un toro de
lidia, sin saber por donde se va en este terreno, se
declaran “anti” y así, cuando menos, se dejan ver, cosa que
no lograrían, marchando por otros derroteros.
Yo no sé cuando otro empresario se va a dirigir a Ceuta, con
la misma intención, pero lo que sí sé es que jamás, por el
precio que iba a pagar la Ciudad Autónoma, tendrá asegurado
Ceuta un espectáculo como el que se le propuso en el mes de
febrero.
Barcelona, con tres meses de antelación, nada más abrir las
taquillas vendió todo el papel, pero no sólo eso, puesto que
tres meses antes de que se de el espectáculo, también, ha
vendido un poco más su imagen, en el mundo de los toros, y
la ha vendido haciendo gala de ser tan seguidora como la que
más de la fiesta de los toros. Ceuta, por el contrario, ha
dejado pasar esa ocasión hasta otra oportunidad que ya
veremos si se vuelve a dar al mismo precio.
De las tres premisas, querer, saber y poder, que en tantas
ocasiones cito, posiblemente aquí en Ceuta hayan fallado más
de dos. Una pena.
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