El vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel
Marín, dejó ayer claro que la estatua a Francisco Franco
ubicada en la entrada del Puerto, junto a las murallas de
Melilla la Vieja, "no es un monumento al dictador, sino al
comandante" que en 1921, junto a otros militares, desembarcó
en Melilla para defender la ciudad. Por tanto, la efigie al
comandante es "un monumento a todas aquellas personas que
arriesgaron su vida por defender a Melilla".
En declaraciones a RNE, Marín aseguró que "el primer
equívoco" del Partido Socialista y de Coalición por Melilla
es que hablan de un monumento dedicado al dictador cuando,
en realidad, es que la estatua, la única que queda del
Generalísimo en la vía pública en nuestro país, está
dedicada al comandante "que se esforzó y trabajó porque
Melilla siguiera siendo española".
En cualquier caso, manifestó que la efigie a Franco "es un
monumento incompleto", haciendo hincapié en que la intención
del Ejecutivo melillense "es que se reconozca
El PSME-PSOE, CPM, así como Juventudes Socialistas de
Melilla (JSME), han instado en estos dos últimos días al
Gobierno de la Ciudad Autónoma a que cumpla la Ley de
Memoria Histórica, que tiene por objeto "reconocer y ampliar
derechos a favor de quienes padecieron persecución o
violencia, por razones políticas, ideológicas, o de creencia
religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura, promover
su reparación moral y la recuperación de su memoria personal
y familiar, y adoptar medidas complementarias destinadas a
suprimir elementos de división entre los ciudadanos, todo
ello con el fin de fomentar la cohesión y la solidaridad
entre las diversas generaciones de españoles en torno a los
principios, valores y libertades constitucionales".
Del mismo modo, el objeto de la Ley recoge que, "como
política pública, se pretende el fomento de los valores y
principios democráticos, facilitando el conocimiento de los
hechos y circunstancias acaecidos durante la Guerra Civil y
la Dictadura, y asegurando la preservación de los documentos
relacionados con ese periodo histórico y depositados en
archivos públicos".
El artículo 15 de la Ley de Memoria Histórica se refiere a
los símbolos y monumentos públicos, y especifica que "las
Administraciones públicas, en el ejercicio de sus
competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada
de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones
conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la
sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de
la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la
retirada de subvenciones o ayudas públicas".
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