El secretario general del PSOE de Ceuta utilizó ayer el
agujero contable encontrado en el Consejo de la Juventud de
Ceuta (CJCE), un organismo que funciona exclusivamente con
fondos de la Ciudad, para poner en solfa toda la política de
subvenciones de la Administración local a todas las
entidades sin ánimo de lucro.
El secretario general del PSOE de Ceuta, José Antonio
Carracao, fue ayer el primero en llevar a la arena política
de rango superior el agujero contable detectado, por un
montante superior a 53.000 euros, en el Consejo de la
Juventud de Ceuta (CJCE). Lo hizo utilizando este ejemplo
para dibujar la política de concesión de subvenciones a
entidades sin ánimo de lucro de la Ciudad como una
estrategia de “café para todos” que no persigue otro
objetivo más allá de “contentar a todo el mundo sin afrontar
la realidad”.
“Urge abrir las ventanas del Ayuntamiento para dejar al
descubierto la maraña de intereses que lo mueve”, pidió
Carracao, quien acusó al Gobierno ceutí de repartir sin
criterio “el dinero de otros”. “Tiran con pólvora ajena, con
los impuestos de todos los ceutíes que con tanto celo
recaudan y que después sin distribuyen sin criterio”,
denunció el líder socialista, quien describió lo conocido
hasta ahora del Consejo como “la punta del iceberg”.
Para conocer qué hay debajo de ella el Grupo Parlamentario
Socialista reclamó ayer de la Administración local los
expedientes de “todas” las subvenciones concedidas por la
Ciudad Autónoma a entidades sin ánimo de lucro locales con
el propósito de saber si están o no, como el CJCE, al
corriente de sus pagos con entidades como la Agencia
Tributaria o la Seguridad Social.
Además, el secretario general del PSOE advirtió de que en
este caso no se tolerarán plazos laxos en lo que a la
entrega de la documentación se refiere. De demorarse la
recepción, avisó, su partido “se reserva el derecho” de
tomar otros caminos que, sin mencionarlos, sonaron a
judiciales.
“El asunto del Consejo se está centrando en la muy mala
gestión que se ha llegado del mismo, pero la peor noticia es
que nadie controló el buen fin del dinero público”, dijo
Carracao, quien se mostró “sorprendido” porque la Gestora
anunciara anteayer su intención de pedir una cita con Vivas
para encontrar una solución para el Consejo.
“Sorprende que pidan una cita con el Gobierno de la Ciudad
para solucionar el problema cuando este es el principal
responsable del mismo”, apuntó Carracao, que por un lado
dijo sentirse “orgullo y satisfecho” del trabajo de la
Comisión, especialmente del representante de Juventudes, y
por otro pidió a sus integrantes “que sigan siendo
valientes”, aunque no quiso entrar a valorar si se cree o no
que no supieran nada de cómo gestionaba la ex presidenta del
Consejo los fondos del mismo.
“Tenían que saberlo”
Sí entró, sin embargo, a valorar la credibilidad del
supuesto desconocimiento de sus movimientos en el que
también se escuda la Ciudad: “Este Gobierno siempre da una
larga cambiada a las preguntas incómodas, pero no puede
decir que desconocía los impagos a Hacienda y a la Seguridad
Social porque existe un convenio con la Administración
General del Estado que le facilita dicha información a un
solo click del ratón de un ordenador”, dijo el líder
socialista, quien se mostró sorprendido por la ausencia de
explicaciones al respecto desde el Ejecutivo que preside
Juan Vivas.
Minutos después de su rueda de prensa, interrogada por este
periódico, Chandiramani asumió que puede haber existido un
“error de forma” al respecto, pero recordó que el Reglamento
General de Subvenciones de la Ciudad sólo prevé como
obligación de los beneficiarios de subvenciones “hallarse al
corriente de sus obligaciones tributarias para con la Ciudad
de Ceuta, como requisito previo antes del otorgamiento de la
subvención”, pero no con los organismos dependientes de la
Administración General del Estado.
Por ello, confirmó que tal y como adelantó Bel anteayer al
término del Consejo de Gobierno es ya intención formal,
aunque embrionaria, del Gobierno ceutí aumentar los
requisitos que se exigen a quienes perciben ayudas públicas.
A juicio del líder de la oposición en la Asamblea, Mohamed
Ali (UDCE-IU), abogado, no es necesario: “La Ley General de
Subvenciones de 2003 deja claro en su artículo 13 que no
podrán recibir subvenciones las personas físicas o jurídicas
que no estén al corriente en el cumplimiento de sus
obligaciones tributarias o ante la Seguridad Social; el
Reglamento de la Ciudad sirve para desarrollar lo previsto
en la ley y, en su caso, ampliar los requisitos, no para
reducirlos”, advirtió.
Carracao fue durante su rueda de prensa junto a la
secretaria de Política Municipal de su Ejecutiva, Milagros
García, más allá y acusó directamente a Intervención de
moverse al dictado de órdenes políticas “que sólo pretenden
acallar cualquier crítica”.
“Una decisión política”
“Yo comparezco”, explicó a preguntas de los medios, “para
decir que a nuestro juicio la de dar la subvención al
Consejo de la Juventud sin reparar en sus impagos fue una
decisión política y el interventor, que está ahí dentro,
debía saber lo que sucedía en el CJCE como cualquier otro
miembro del Ejecutivo”.
De cara al futuro, sin embargo, aparte de conocer si el
“café para todos” de la Ciudad ha permitido a otras
entidades recibir fondos al margen de los preceptos
legalmente establecidos, Carracao se posicionó como el
Ejecutivo de Vivas en lo que al rescate económico del CJCE
se refiere.
“La desaparición del Consejo sería un coste que los jóvenes
de Ceuta no podemos asumir”, dijo el socialista, que no
entró a concretar si la Administración local debe o no hacer
un esfuerzo para tapar el agujero detectado.
“Deben estudiarse las fórmulas para salvar la situación
creada, pero las futuras ayudas podrían destinarse casi
íntegramente a pagar las deudas mientras se organizan
actividades de bajo coste apoyándose en otras asociaciones y
entidades”, propuso el secretario general del partido, que
no tomará ninguna acción legal hasta que la Gestora no
concluya su trabajo.
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“Hay que estar al corriente del pago a la Ciudad, no al
Estado”
La consejera de Juventud, Kissy
Chandiramani, dio ayer en declaraciones a este periódico
pocos minutos después de la rueda de prensa del secretario
general del PSOE su versión sobre por qué se han seguido
dando subvenciones al Consejo de la Juventud a pesar de
arrastrar impagos a la Agencia Tributaria desde 2005. Su
explicación fue simple: “Lo que la Ciudad revisa de las
subvenciones que otorga es que existan facturas que
justifiquen el gasto del dinero aportado de acuerdo con el
objeto subvencionado”, señaló Chandiramani, quien recordó
que el Reglamento General de Subvenciones de la Ciudad sólo
contempla, en el apartado e) de su artículo 7 el “hallarse
al corriente de sus obligaciones tributarias para con la
Ciudad de Ceuta, como requisito previo antes del
otorgamiento de la subvención” como obligación de los
beneficiarios. “Puede haberse dado un error de forma y por
eso se está estudiando la reforma del citado Reglamento para
ampliar las exigencias a los perceptores de ayudas”, amplió
la consejera, quien defendió como “escrupuloso” el trabajo
que desarrolla Intervención a la hora de controlar las
justificaciones de las ayudas que concede la Ciudad. “Hasta
2007, porque las de 2008 aún se están estudiando, el Consejo
presentó facturas que avalaron todas las subvenciones
concedidas; el problema es que parece que se le cargaron
gastos extra, pero como organismo externo que es eso no lo
controla la Ciudad”, concluyó.
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