Buenos días, queridos e
hipotéticos lectores.
De nuevo con Vds. tras pasar unas minivacaciones en el
estado de Brandeburgo, en una ciudad que está toda ella en
obras. Me refiero a Berlín, capital de Alemania, donde el
recuerdo de su mitad excomunista sigue patente.
Todos los años por Semana Santa acostumbro a quedarme en mi
ciudad natal donde paso muy buenas jornadas, pero este año,
al recibir una invitación totalmente ineludible, he decidido
salir al extranjero ¿alguna pega?
Obviamente, en Berlín no celebran la Semana Santa (el 60% de
los berlineses son no creyentes, sólo algo menos del 9% son
católicos) y la ciudad da una sensación bastante fría por no
decir congelada.
Bueno, mi regreso coincide con la noticia de que esta Semana
Santa ha resultado, en cuestiones de tráfico, menos trágica
que años anteriores con menos accidentes. Bueno, si contamos
con que ha salido de vacaciones menos gente. Otra noticia es
lo que hace el Gobierno para paliar la crisis con los nuevos
miembros.
De vuelta a los quehaceres diarios, repaso el correo
acumulado en las diversas cuentas… ¿este país está loco? Lo
pregunto porque si existe alguien que quiera matar por
defender a los animales creo que lo está. Avala mi
razonamiento de que esa gente considera que los humanos
estamos por debajo de los animales.
Bueno, sólo destaco una parrafada de uno que anda con el
estómago revuelto por mis alusiones a los perros y es éste
que sigue: “Enhorabuena Sr. Sarriá, ha pasado usted a formar
parte de ese grupúsculo de gente que vende el alma al diablo
por la audiencia. Todo por la audiencia. Ha encontrado un
filón y no ha dudado en explotarlo. Cuatro artículos en
pocos días han permitido a ese periódico digital incrementar
de forma exponencial su difusión por Internet”.
Que crean que “El Pueblo de Ceuta” es un periódico digital
no es anormal ya que así lo conocen, así lo entienden.
Ignoro si todos esos vendrán a Ceuta algún día… si vienen
podrán ver que es un periódico de verdad. Aparte de
incrementar un poco el turismo local, aunque sea un 1%.
En cuanto a la afirmación de que he vendido mi alma al
diablo… no lamento decir que no soy creyente de las cosas
espirituales en cualquiera de sus formas, bastante
demostraciones públicas y privadas, como esa en la que el
presidente de Paraguay reconoce haber tenido un hijo cuando
era obispo de la diócesis de San Pedro, y los patentes
cambios en el ámbito religioso que dan la impresión que los
mandamases de las Iglesias poseen teléfono directo con su
deidad superior.
El laicismo no contempla los tratos con el diablo, ni con
nadie espiritual. Pero de todas formas agradezco al lector
por su afirmación: me abren los ojos sobre las verdaderas
intenciones de algunas personas. Aparte de la supina
ignorancia que expresan. Ya que normalmente juego a las
cartas con Satanás
Según me informan, éste año ha sido el de la huelga de
costaleros. ¿Qué pasa que ya no hay ni voluntarios para
llevar los pesados pasos? ¿Se está perdiendo la fe?
No me pilla desprevenido el afán recaudatorio de los
dirigentes de Tráfico catalanes con el incremento de radares
por las autopistas y autovías de la Comunidad (del resto del
país ya se encarga la DGT). Que aleguen que es para reducir
accidentes me temo que es una tomadura de pelo por cuanto el
80% de los mismos ocurren en carreteras de la red secundaria
donde no hay instalado radar alguno. Tanto afán recaudatorio
como el que se observa por el centro viejo de Barcelona, por
donde tuve que pasar forzosamente, donde las drogas y las
bebidas no se buscan… vienen a ti.
Si no fuera porque salía del Registro Civil no me habría
encontrado cada cinco metros con ofertas de cervezas,
cubatas, cocaína, hachis, todo el sexo que quieras susurrado
al oído por meretrices foráneas inundadas de perfumes
baratos… no entiendo cómo ha proliferado esta oferta que
perjudica notablemente la estética de la ciudad.
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