Seis meses de prisión a sustituir por una multa de doce
meses a razón de tres euros diarios (un total de 1.080
euros) fue la pena impuesta por la magistrada del Juzgado de
lo Penal número 1 para un sujeto por resistirse a la Policía
Local y agredir a uno de los agentes durante su traslado a
Comisaría, donde se le haría la prueba de alcoholemia.
Los hechos tuvieron lugar el 26 de octubre de 2008 en los
aledaños de la Avenida Juan Pablo II. El acusado conducía un
Mercedes Benz cuando los agentes de la Policía Local le
dieron el alto en uno de sus rutinarios controles de
tráfico.
Los policías invitaron al sujeto a Comisaría para, una vez
allí, practicarle las pruebas de alcoholemia. A priori, el
imputado accedió voluntariamente a la petición de los
agentes aunque, en su traslado a las dependencias
policiales, empezaron los problemas. Al parecer, el
individuo comenzó a resistirse a la autoridad y se lanzó
contra uno de los agentes propiciándole un duro golpe en el
brazo izquierdo.
Todos estos hechos fueron calificados ayer por la magistrada
del Juzgado de lo Penal número 1, como un delito de
resistencia tipificado en el artículo 556 del Código Penal,
el cual dicta que “los que se resistieren a la autoridad o
sus agentes, o los desobedecieren gravemente en el ejercicio
de sus funciones, serán castigados con la pena de prisión de
seis meses a un año”. Por ello, el sujeto tendrá que hacer
frente a seis meses de prisión que, finalmente, fueron
sustituidos por doce meses de multa a razón de tres euros
diarios, sumando un total de 1.080 euros.
Un juicio rápido que se celebró bajo la figura jurídica de
la conformidad del acusado ante las peticiones de la
representante del Ministerio Fiscal en la ciudad.
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