La ex presidenta del Consejo de la Juventud de Ceuta (CJCE),
Mariam Mohamed, no se llevó ninguna sorpresa ayer a última
hora de la tarde al conocer el contenido de la rueda de
prensa que una hora antes había dado la Gestora que se
encarga de revisar las cuentas del organismo.
Ninguna o casi ninguna más allá, por ejemplo, de las
facturas impagadas que se atribuyen a la tienda de lencería
‘Carmen Marañés’, donde según explicó en declaraciones a
este periódico se compraron “tres o cuatro regalos” en 2007
para los trabajadores del Consejo para gratificar su trabajo
a la vista de que no perciben pagas extra. “Todo lo comprado
o contratado durante mi etapa al frente del Consejo ha sido
para este”, reiteró Mohamed, quien se volvió a mostrar
profundamente molesta porque se confunda lo que se pueda
interpretar como una “mala gestión” con haberse aprovechado
de su puesto al frente del mismo para beneficiarse
personalmente, algo que volvió a negar tajantemente.
“Se puede discutir si el Consejo tenía que haber dejado de
organizar actividades o prescindir de algunos de los
servicios que ofrece para ponerse antes al corriente de
algunos pagos, pero no decir que yo me he llevado nada; todo
lo que se ha gastado ha sido para el CJCE”, resumió.Mohamed
corroboró los montantes de los impagos al Hotel Tryp,
locales hosteleros, agencias de viajes y papelerías, así
como al Consejo de la Juventud de España, a la Seguridad
Social o a Hacienda dados a conocer por la Gestora, pero
negó tanto lo de Marañés como la existencia de una tarjeta
de crédito a nombre del Consejo. “Una tarjeta de ese tipo se
utilizó en 2005 y 2006, cuando el Consejo tenía un
presupuesto menor y se usaba para disponer de liquidez a
primeros de mes, pero se canceló hace casi tres años”,
explicó.
“Imagino”, concluyó Mohamed, absolutamente tranquila pese a
las intenciones de la Gestora de recurrir a un abogado para
decidir sus próximos pasos, “que se estarán revisando las
cuentas de 2007 y 2008, porque de ahí para atrás todos
votaron a su favor en la última Asamblea”.
La ex presidenta supo que sus compañeros de Permanente no
compartían su gestión económica al frente del Consejo el
miércoles 1 de abril por la tarde, 72 horas antes de que se
celebrase la Asamblea en la que Damián Castañeda la
sucedería, previas negociaciones suyas, por aclamación. Al
día siguiente se supo de su dimisión en bloque y de la
creación de una Comisión Gestora integrada por
representantes de los cuatro grupos juveniles con
vinculación política, de los que sólo Emilio Postigo, de
Alternativa 21, estaba en la Permanente anterior, y Óscar
Pérez, José María Guerra y Claudia González, todos ellos de
la dirección que lideraba Mohamed y muchos de su más
estrecho círculo de confianza, que se encargaría de revisar
las cuentas del Consejo.
Mohamed permaneció durante casi cuatro años al frente del
Consejo sin más contestación interna desde la mitad de su
primer mandato que la de Jóvenes Demócratas, que se separó
de ella poco después de su primera elección, en diciembre de
2004, al discrepar por la contratación en el Consejo de dos
jóvenes de su Permanente y de Juventudes Socialistas, y la
de esta última entidad, a partir de sus suspensión de
militancia tras acusarla y de usar un “doble lenguaje” y de
sospechar que no había seguido sus directrices en la
elección del presidente del Consejo de la Juventud de
España.
|