Los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca procederán a la
reparación de la cocina de la casa del Príncipe tras la
Semana Santa. Tal y como explicó el administrador, Pablo
Núñez, el perito todavía no ha entregado el informe que
valora los daños causados del incendio aunque “esperamos que
el seguro nos ingrese el dinero”.
Tras el incendio que afectó a toda la cocina de la casa del
Príncipe, los Hermanos Franciscanos de Cruz Banca confían en
que la Semana Santa se presente para ellos como una fecha
simbólica.
Después de las fiestas, la entidad recibirá el informe del
perito en el que se valorarán los daños provocados por el
suceso y entonces, “tendremos el ingreso de dinero del
seguro, que no será una cantidad enorme, limitándose a lo
mínimo, pero necesario”, explicó Pablo Núñez, administrador
de Cruz Blanca. Por el momento, la oenegé cuenta con un
servicio de catering para seguir ofreciendo ayuda a los más
necesitados, un total de 300 personas a diario, ya que
“tenemos que responder también a los convenios firmados con
la Ciudad para las subvenciones”, añadió Núñez.
Esta entidad sin ánimo de lucro posee actualmente un gasto
semanal de 10.000 euros, “un gasto que casi no podemos
afrontar y en el que registramos pérdidas ya que no sería lo
mismo si tuviésemos nuestra cocina y los cocineros, y no, un
servicio externo”, apostilló el administrador. Para hacer
frente a estos gastos, y recolectar alguna que otra
donación, Cruz Blanca tiene pensado poner en marcha una cena
benéfica una vez entrada la época estival, “con alguna
actuación, una tómbola e invitaremos a personalidades de la
ciudad ya que necesitamos colaboración para hacer frente a
este gasto, sin olvidarnos que corren malos tiempos para
todos y con la crisis, la demanda de necesidad crece por
días”, manifestó Nuñez. Para no esperar hasta la llegada del
verano, los Hermanos Franciscanos han solicitado ayudas y
subvenciones en entidades bancarias, a través de las obras
sociales, “por lo menos para paliar los gastos. Y es que
otro handicap este año ha sido el telemaratón, menos
generosos que otras ediciones aunque nos consolamos al
pensar que la crisis nos ha afectado a todos”.
Otro de los proyectos que podrían tener cabida tras las
fiestas será el ascensor de la casa de Nuestra Señora de Los
Ángeles, que “está pagado en su totalidad y todo está
preparado para trasladar allí a los abuelos y tener a los
discapacitados mentales en la casa del Príncipe. Tenemos que
pensar siempre en el bienestar de todas las personas a las
que cuidamos y eso es lo primordial”, confesó Pablo Núñez,
administrador.
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