Un primer paso solidario comienza
en varias diócesis de Castilla – León, por cuanto los
obispos de Segovia, Salamanca y Ciudad Rodrigo han
solicitado a sus sacerdotes que donen el 10% de su sueldo
del mes de mayo a Cáritas.
La Iglesia, o una parte de ella, al menos, se deja ver en
actos de este tipo, al vivir muy cerca, los que viven, el
problema, cada día más duro, que está trayendo la crisis a
la sociedad.
Hace una semana, el obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro,
hizo la primera petición al comienzo de la Semana Santa,
ante unos 120 sacerdotes de la provincia.
Esta iniciativa ha comenzado a ser secundada por otros
obispos, y el primero de ellos en seguir ha sido el de
Ciudad Rodrigo, Atilano Rodríguez, esperemos que algún
predecesor en esa diócesis, también, siga el buen camino,
por ejemplo. El gesto me parece muy significativo,
especialmente cuando esta diócesis es muy pequeña y, por
tanto, la aportación no puede ser extraordinariamente
grande, pero ahí está el gesto.
La iniciativa que partió de Segovia no se ha quedado sólo en
Ciudad Rodrigo, por cuanto el obispo de Salamanca, Carlos
López, se ha unido a ese apoyo solidario, desde la homilía
en la misa crismal celebrada el pasado miércoles en la
catedral charra.
Y si tiene, todavía, más importancia el gesto es porque, en
estos momentos, el salario que cobran los sacerdotes, al
menos en Castilla – León oscila entre los 600 y los 800 € al
mes, en tanto que el sueldo de los obispos está en torno a
los 900 €.
El 10%, en un salario tan corto, deja a los sacerdotes, ese
mes, en una situación de guardar ayuno, más que por
auténtica vocación, por pura necesidad. Hay que llamar a las
cosas por su nombre.
Y si este paso se da desde la Iglesia, desde una parte de
ella, es porque la organización diocesana, en Castilla –
León, lanzó hace más de un mes una llamada de ayuda a las
administraciones locales, autonómica y central con objeto de
crear un fondo de emergencia que sirviera como ayuda para
las muchas familias, las muchas personas, que se encuentran
en situación de exclusión social. Esto habrá que tenerlo en
cuenta.
En los últimos meses, Cáritas que nunca estuvo sobrada, se
encuentra completamente desbordada cuando se ve en la
necesidad de incrementar en un 70% las ayudas económicas,
para aquellos que más lo necesitan.
Colocándonos en Salamanca, por ejemplo, Ceuta no creo que le
vaya a la zaga en mucho, las previsiones de la organización
diocesana para este año 2009 no son nada optimistas, al
detectar que las ayudas se van a triplicar, o más, en unas
circunstancias en las que, por ejemplo en Salamanca se está
con más de 28.000 parados ¿Cuántos hay hoy mismo en Ceuta?.
Este dato de Salamanca la coloca en el puesto 7º en el
panorama de la pobreza en España. Esto no es ninguna juerga.
Y aquí no hay más vuelta de hoja, la situación se hace, por
semanas, dramática y para paliar un poquito esta situación,
los que tienen algo, que no es mucho que digamos, son los
primeros en aportar ese mínimo grano de arena que debiera
ser emulado por otros estratos de la sociedad.
Al hablar de pobreza, hoy, cuesta trabajo hacer
distinciones, de unas provincias a otras. Nunca vimos
ninguna reclamación ante la Iglesia, pero ella se adelanta a
los acontecimientos. ¿Más obispos seguirán el camino que les
han marcado estos?.
|