La Real y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos del
Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del
Mayor Dolor llevó a cabo su primera procesión con la nueva
Junta de Gobierno que se había elegido hace varios meses.
Una cita en la que el nuevo órgano rector había decidido dar
“un toque más serio” en diferentes detalles tal y como
sostiene el hermano mayor Antonio Aragón. Una mayor
sobiredad en diferentes asuntos como elegir una música
acorde, durante todo el recorrido, al tipo de pasos que
muestra la cofradía o un cambio en los adornos florales
“sencillos pero muy elaborados”, tal y como señala el
hermano mayor. Unos detalles con los que no se debía “perder
lo de alrededor”.
Aragón señala que todo salió “perfecto, las cuadrillas, los
relevos...” en un día especial para él ya que era el primero
como máximo representante de la hermandad. Sin embargo antes
de que comenzase la procesión de su hermandad se produjo la
tradicional entrega del ramo de flores que la Buena Muerte
realiza todos los años a un representante de la Cofradía del
Santísimo Cristop de la Paz y María Santísma de la Piedad
justo cuando el desfile de ésta pasa ante la Iglesia de
Nuestra Señora de los Remedios, desde donde sale la
procesión de la Buena Muerte. En esta ocasión fue el propio
hermano mayor quien entregó al capataz del paso de la
cofradía que sale de la Parroquia de Nuestra Señora del
Valle este ramo “algo que quise hacer personalmente porque
conozco al capataz y además sabía los problemas que habían
tenido para salir”.
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