Un decreto aprobado a finales del
mes pasado en el Consejo de Ministros regula el uso de los
desfibriladores semiautomáticos externos en lugares
públicos. El texto recoge las condiciones y requisitos
mínimos de seguridad y calidad que se deben dar para
utilizar estos dispositivos fuera del ámbito sanitario. Con
carácter previo a su instalación, las entidades públicas o
privadas y los particulares que deseen contar con un
desfibrilador deberán notificarlo a la autoridad sanitaria
de la comunidad autónoma correspondiente.
Serán las autonomías las que establecerán el procedimiento
de autorización oportuno, que incluye notificación y
registro de la instalación de los desfibriladores; necesidad
de señalizar en un lugar visible su instalación y las normas
de uso; previsión de dispositivos de conexión inmediata y
activación de los servicios de emergencias de cada
comunidad; y sistema de notificación posterior del evento a
las autoridades sanitarias. Con este decreto del Gobierno
central, se promoverá la instalación de los desfibriladores
en lugares de gran afluencia de personas. Los organismos,
empresas e instituciones públicas y privadas que instalen
uno de estos aparatos serán responsables de garantizar su
mantenimiento y conservación, de acuerdo con las
instrucciones del fabricante. Las comunidades se encargarán
de los mecanismos de inspección y control oportunos.
La Ciudad Autónoma ha adquirido cuatro de estos aparatos
para ofrecer un servicio vital a la ciudadanía en caso de
ser necesario su uso en cualquiera de los lugares públicos
que se estudian para su implantación. Habrá cursos para su
manipulación y se proporcionarán los mecanismos necesarios
como para que su uso, en caso de ser necesario, logre salvar
la vida. Los datos estadísticos del pasado año a nivel
nacional indican que más de 24.000 personas sufrieron un
infarto fuera del ámbito hospitalario en todo el país.
Teniendo en cuenta que los datos médicos indican el elevado
riesgo de la población ceutí para sufrir fallos cardíacos,
la medida parece satisfactoria y debe ser bien recibida
además de aplaudida.
|