Recién elegido presidente de la
Federación de Fútbol de Ceuta, decía Antonio García-Gaona,
por medio de una carta publicada en los medios, que había
tres cosas importantes que hacer cuando él se incorporó como
presidente en funciones al organismo federativo: Comienzo de
una nueva etapa. Respeto a la figura del anterior
Presidente. Y que la Federación de Fútbol de Ceuta seamos
todos.
La primera cosa no dejaba de ser una obviedad. La segunda
sigo sin saber cómo y por qué habría que faltarle al respeto
al anterior presidente. Y la tercera me parecía un brindis
al sol casi ininteligible. Y es que aún no sé muy bien qué
significa eso de que todos seamos la federación.
En esa nueva etapa lleva ya García Gaona no sólo el tiempo
que estuvo de presidente en funciones, sino casi seis meses
más como dirigente elegido. Y yo sigo sin ver los cambios
que se han producido en el fútbol ceutí. Tal vez sea porque
el presidente de la federación nos ha salido tan listo como
para hacer suya la idea que tuvo Giuseppe Tomasi,
Príncipe di Lampedusa y Duque de Palma di Montechiaro: “Si
quieres que todo siga como está, es necesario que todo
cambie”.
En lo tocante a faltarle al respeto al anterior presidente.
Tras darle muchas vueltas al asunto, he pensado que a lo
mejor la falta de respeto consiste en pedir que se haga una
auditoría en la federación para saber cómo quedó la
contabilidad después de tantísimos años sin que ésta se
hubiera visto alumbrada por el haz de luz conveniente y
necesario.
Y, claro, pasé cierto tiempo pensando que el único en esta
ciudad que estaba faltando a ese respeto era yo. Porque sólo
yo me había atrevido a cometer semejante pecado. O sea, el
de pedir que se airee en qué se han gastado las subvenciones
que la federación ha venido recibiendo durante muchos años.
Pero como el actual presidente nos dijo eso tan testimonial
de que todos seamos la federación, a mí me ha dado por
sentirme parte de ella y, por tanto, vuelvo a las andadas.
Estimado Antonio: a ver cuando, de una vez por todas,
encargas una auditoría que nos entere de cómo están las
cuentas en la Federación de Fútbol de Ceuta.
De lo contrario, me da a mí en las pituitarias que
volveremos a estar toda una vida sometido a la oscuridad
contable que ha venido habitando en esa sede desde los
tiempos de Maricastaña. Y si con esta petición crees que le
falto al respeto al anterior presidente, a lo mejor
cualquier día me da por confesarme con mi buen amigo
Alejandro Sevilla.
Y dado que me estoy dirigiendo a ti después de no hacerlo
durante dos meses, más o menos, aprovecho la ocasión para
contarte que estás señalado como el hombre que hizo todo lo
posible para que Diego Quintero fuera destituido. Y
dicen que lo hiciste, Antonio, porque no te cayó nada bien
que Carlos Orúe, tu amigo y preferido, tuviera que
irse por rencillas con José Enrique Díaz.
Y hasta me aseguran que la vuelta del entrenador jerezano ha
sido un capricho tuyo. Con lo cual te están endilgando el
muerto. Así que has de procurar, cuanto antes, quitarte de
la cabeza la idea de que tu protegido sea –la próxima
temporada- director técnico. Que es algo que también te
achacan. Antonio: vale que te pases lo de la auditoria por
el forro. Pero, picha, deja en paz a la ADC.
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