La planta incineradora de Melilla ha registrado un descenso
del 13,6 por ciento en su actividad de tratamiento de
residuos en el año 2008, debido a la menor generación de
basuras provocada por el menor consumo a causa de la crisis
económica.
En rueda de prensa, el consejero de Medio Ambiente, Ramón
Gavilán, presentó ayer el Informe de Gestión de Residuos de
Melilla del año 2008, que fue analizado la semana pasada en
el Consejo de Administración de Remesa, sociedad pública con
una participación mixta del Estado y la Ciudad Autónoma al
50 por ciento. En esa reunión, el Consejo de Administración
de Remesa dio el visto bueno a la gestión que se está
realizando de la planta incineradora desde su creación hace
unos siete años, si bien consideró necesario reducir gastos
en su actividad, basada en tratar los residuos para
convertirlos en energía eléctrica.
Gavilán se mostró ayer muy satisfecho con el rendimiento de
la incineradora, ya que funcionó el 91,7 por ciento del año
2008, debido a la parada técnica anual, lo que permitió
convertir en energía eléctrica un total de 41.703.613
kilogramos de residuos. Además, durante el año pasado
también se trataron en la incineradora otro tipo de
residuos, como 7.366 kilos de envases, 318.100 litros de
residuos hospitalarios, 3.153 bidones de residuos de
matadero y 1.641.840 kilos de lodos de depuradora. Asimismo,
el consejero destacó el tratamiento que se ha realizado en
la planta incineradora sobre aceites gracias a las campañas
de recogida gratuita que lleva a cabo la Ciudad Autónoma en
talleres y establecimientos hosteleros.
|