Los judíos de todo el mundo, entre ellos los más de medio
millar de ceutíes que componen la comunidad hebrea en la
ciudad autónoma, celebrarán a partir de la madrugada de hoy
el Pesaj, la Pascua Judía, una de sus predilectas en tanto
que se recuerda el Éxodo de Egipto y, con ello, el inicio de
una nueva etapa que marca su liberación.
La Pascua de la Galleta, como también se la conoce
popularmente, es una fiesta hogareña en la que los miembros
de la comunidad se vuelcan en su pasado con la vista puesta
en el futuro.
Desde esta noche y durante los próximos ocho días, los que
dura la celebración, el pan ázimo, los vinos y condimentos
especiales, estarán presentes en todas las casas para
celebrar la emancipación de la esclavitud egipcia por obra
de Dios y acción de Moisés, tal y como marca la Torá.
Libertad
En la primera noche es tradicional elaborar una comida
especial que refiere a su historia e incluye cordero asado,
pan ázimo, hierbas amargas y vino. Las hierbas amargas están
presentes en la mesa para evocar la amargura de la
esclavitud y la dureza de su paso a la libertad cruzando el
desierto hasta llegar a la tierra prometida. Con el cordero
y el pan ázimo, que representa la pobreza que padecieron
durante los años de esclavitud, los judíos recuerdan el
alimento que comieron antes de salir de Egipto por mandato
de Dios.
El vino en cambio tiene un significado de acción de gracias,
pues representa la prosperidad que consiguieron al
establecerse en la tierra que Dios les tenía reservada. Los
conceptos de liberación y libertad son los principales del
Pesaj.
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