Sobre las ocho de la tarde del jueves pasado, y bajo
notificación urgente, asociaciones, grupos políticos y
jóvenes en general, fueron citados en el Consejo de la
Juventud. La palabra incertidumbre se apoderó de todas las
mentes aunque los rumores ya se hacían eco por algunas
calles ceutíes.
La dimisión en bloque de la Comisión Permanente del CJCE y
el estallido de un agujero económico, hasta entonces
desconocido, conectaron la alarma de un escándalo que puede
llevar a la desaparición del propio Consejo de la Juventud,
el máximo órgano de representación de la juventud de la
ciudad. La constitución de una Comisión Gestora y la unión
de esfuerzos entre todas las entidades juveniles son los
únicos actores, que junto a la ayuda de la Ciudad, pueden
paliar los daños colaterales que se desprenden de una mala
gestión económica por parte de la que era presidenta del
órgano, de quién se esperan estos días, justificaciones
sobre pagos y deudas a establecimientos y Administraciones
Públicas. Y sobre tenían y tienen mucho que decir las cuatro
agrupaciones políticas juveniles de la ciudad: Nuevas
Generaciones (NNGG), Juventudes Socialistas (JSCE),
Alternativa XXI y Jóvenes Demócratas. Sus representantes se
han sentado en una mesa común, decididos a compartir
opiniones o lanzar una visión crítica, desde el conocimiento
de la noticia hasta la fecha. Pero es de destacar que, a
pesar de sus vertientes ideológicas, todos están dispuestos
a dejar de lado sus divergencias y salvar al barco de la
deriva.
“Nos pilló un poco de sorpresa porque cuando nos llamaron
para convocar la asamblea sólo me dijeron que se habían
suspendido las elecciones. Y nada más llegar allí, nos
encontramos con que la Permanente había dimitido por una
deuda muy grande. La primera reacción fue la sorpresa y la
segunda, la incertidumbre sobre cómo se había acumulado
tanta deuda sin que la Permanente supiera nada”, explicaba
Nawal Mohamed, presidenta de Jóvenes Demócratas. Sin
embargo, desde Juventudes Socialistas confesaban haber
escuchado el rumor días antes; el rumor de una deuda que
supera los 50.000 euros aunque, por el momento, no existen
sus justificaciones. “No se ha hablado de datos oficiales
pero no están lejos de los que se han publicado, por las
cifras que se comentaron en la reunión. Habrá que esperar
los primeros resultados de la Gestora”, argumentaba Miguel
Ángel Pérez Triano, secretario general de Juventudes
Socialistas.
Desde el pasado lunes, la Comisión Gestora se ha preocupado
por cambiar de titularidad las cuentas del CJCE así como de
recorrer la ciudad recogiendo documentos que certifiquen
posibles deudas del organismo juvenil. Datos que ya están
sobre la mesa para poder comenzar una larga e intensa
investigación. “Todavía es muy pronto. Hoy se han recogido
los extractos para empezar la relación de gastos e ingresos
y verificarlos con las facturas que se tengan y las que
queden por dar. De momento es pronto para cuantificar la
deuda pero se está pidiendo toda la documentación necesaria
tanto a empresas como a entidades públicas”, manifestaba
Emilio Postigo, representante de Alternativa XXI.
El agujero económico, de momento, no presenta salida. Sólo
el resultado de un déficit en la gestión económica del
órgano, que sigue sin justificarse, y que se ha criticado
como “la peor en la historia de Ceuta”, comparándola con
legislaturas anteriores. “He estado en tres Asambleas y la
mejor fue la que llevó un presidente neutro, sin ideología
política. Antes que Mariam Mohamed, en diciembre de 2004, el
presidente dejó un déficit de 6.000 euros, no de 13.000 como
ella ha dicho en la prensa. Eso, según el contable y
procedente de un Septafórum. Con el nombramiento de Mariam,
nos levantamos de la Asamblea y no votamos su informe de
gestión porque había deudas. Y ahora, el boquete cada vez es
más grande”, expresaba Rocío Salcedo, presidenta de Nuevas
Generaciones.
la politización en el cjce
En 2004, Mariam Mohamed fue avalada por Juventudes
Socialistas para subir a la presidencia del Consejo de la
Juventud. Por entonces, Nuevas Generaciones consideró
“injusta” la politización del organismo juvenil,
levantándose de la Asamblea Electora y pidiendo un
presidente neutro junto a una cuarentena de asociaciones
juveniles. “En aquella gestión económica no se pidieron
responsabilidades a los miembros de la Permanente, que
contaba con tres afiliados de JSCE. Y ahora sí se las piden
a los componentes de la misma”, esgrimía Salcedo. En
Asambleas consecutivas el panorama político, al parecer,
cambió en el Consejo.
“Posteriormente, Nuevas Generaciones ha apoyado a Mariam y
ha votado su candidatura y proyecto de gestión. Y ese
mandato al que se ha hecho referencia, fue el menos
politizado que recuerdo. En los últimos años, Mohamed ha
aparecido como adjunta en la Consejería de Juventud, y ante
nuestras quejas sobre políticas de juventud, en lugar de
responder la consejera, respondía Mariam Mohamed. Si eso no
es politizar, qué es eso”, apostillaba Pérez Triano.
Las cuentas del Consejo de la Juventud figuraban al nombre
del mismo en 2006. Tras la dimisión de Chaves del cargo de
tesorero del CJCE, las cuentas cambian su titularidad y
aparecen bajo el apellido de Mohamed, según acreditaron los
representantes. “Decías que no tenías relación con el
Consejo pero varias campañas las habéis hecho junto al
Consejo y con fotografías allí dentro con cartelería de
vuestro partido. Eso es politizar”, contestaba Salcedo.
Junto a Juventudes Socialistas en la segunda asamblea donde
se proponía a Mariam Mohamed como presidenta del CJCE,
Jóvenes Demócratas tampoco apoyó la candidatura ni el
proyecto de la misma. Un hecho trascendente puesto que la
candidata no se relacionaba, fuera ni dentro de la política,
con la agrupación juvenil. “En su primera legislatura
estuvimos en la Permanente pero, inmediatamente, nos dimos
cuenta de que su gestión no era la correcta. Se intentó
desde dentro de la Permanente rectificar los pasos que
estaba dando Mariam en ese momento, no se vio ningún cambio
y decidimos dejar la Permanente. Había movimientos que
Mariam no hacía correctamente; los hacía pero al resto no
les constaba y pedíamos que ella tuviese en cuenta la
opinión del resto de la Permanente. En aquel momento, la
Permanente iba por un lado, y la presidenta, por otro”,
constataba Mohamed.
Al igual que otras asociaciones, Alternativa XXI confiaba en
la gestión de la ex presidenta del Consejo de la Juventud,
las actividades organizadas durante todo el año y las
campañas que llevaba a cabo. Aunque a pesar de esa supuesta
división existente entre la Permanente y la presidenta,
“nunca sospechamos ni imaginamos que esto pudiera suceder”,
acreditaba Postigo.
participación de la ciudad
La reunión que dio cita a asociaciones juveniles,
agrupaciones políticas, oyentes en general, y a la que
asistió la consejera de Juventud, Kissy Chandiramani,
también ha sido tema de debate, más cuando se critica el
que, a pesar de ser un órgano autónomo, la Ciudad hubiese
controlado los déficits.
“Tiene personalidad jurídica propia y es independiente de la
Ciudad, recibiendo subvenciones al igual que otras
organizaciones. Desde mi punto de vista, la consejera no
llevó la voz cantante y su presencia estuvo motivada por la
preocupación ya que la Ciudad no quiere que desaparezca el
Consejo de la Juventud para el bien de los jóvenes y que los
trabajadores continúen con su labor”, justificaba la
portavoz de Nuevas Generaciones. A pesar de su
independencia, podría ser la Ciudad la única salvación para
resucitar al Consejo de la Juventud.
Ahora mismo, la subvención está congelada, no cobran los
trabajadores, no se realizan las actividades y “es que sin
la Ciudad esto se va a pique”, consideraron los cuatros
representantes políticos del entramado juvenil. Y es que la
calidad de vida de los jóvenes ceutíes y su disfrute, podría
verse afectada por la desaparición de este organismo.
“Pedimos, por favor, las subvenciones aunque sea para sanear
las deudas que se justifiquen y los pagos a la Seguridad
Social aunque se reduzcan todas las actividades”, respondían
en conjunto.
El pago a los trabajadores, esclarecer las deudas
existentes, justificar los pagos y cobros realizados, son
las prioridades, en este momento, para la Comisión Gestora.
El quién, que no es algo secundario, seguirá encima de la
mesa. “Sí creo que ha habido una dejadez por parte de la
Ciudad y también que debería haber habido una fiscalización
de dinero que, al fin y al cabo, es del contribuyente. En
los estatutos del CJCE, en régimen interno, se habla sobre
la elaboración del presupuesto y de mandarlo a la Consejería
competente para su estudio. Yo pregunto, ¿se ha mandado o
estudiado?”, acreditaba Pérez Triano.
Impagos a la Seguridad Social en 2007, liquidados; las
sospechas, sobre marzo de 2008...”irregularidades que la
Ciudad conocía en 2007 porque ella se encarga de pagarlas,
quitando presupuesto a las subvenciones”, apostillaba el
representante de Juventudes Socialistas. Y en pocos minutos,
para rebatir la respuesta, manifestaba la portavoz de Nuevas
Generaciones. “La misma cuenta ha ido pagando los recargos
pero la Ciudad no tiene porqué saber nada de la cuenta”.
No se ha justificado el 2008, fue la Comisión Permanente la
que destapó el agujero económico, y lo lógico, es que
aparezcan deudas en una gestión contable en pocas cifras.
“Tampoco debemos anticiparnos a decir si la Administración
tiene culpa o no, pero si ya había impagos en la Seguridad
Social en 2007, la Ciudad debería haber estado más atenta a
las subvenciones de 2008. Es pronto para aludir
responsabilidades”, concluía Postigo, portavoz de
Alternativa XXI.
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