Tenía que acabar así, haciendo un
fichero de casos y cosas de la política que afectan la ética
democrática cosa mala.
Por un lado el punto de vista de cada uno difiere, con
mucho, de lo que tiene que ser en realidad y por otro lado
la opinión pública juzga con distintas varas casos y cosas
similares.
Viene todo esto a cuento de una comida que comienza a ser
famosa, tan famosa como cierto encuentro en un coto
jiennense de caza.
Recordarán Vds. la que montó el PP cuando Bermejo se fue a
cazar con Garzón… contubernio judeo-masónico a la vista y un
escándalo nunca recordado en los anales de la política
española.
Ahora bien, ¿qué pasa con la comida ‘secreta’ entre el
presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y el
consejero madrileño de Justicia, además de secretario
general del PP, en un restaurante muy conocido de la capital
del Reino?, justo cuando el Tribunal Supremo de Justicia de
Madrid acuerda asumir el caso Gürtel.
¿Hay algo más antidemocrático que eso?, pues sí, la postura
del PP en todo cuanto atañe a la democracia es una burla
completa hacia el ciudadano español, sobre todo una tremenda
burla hacia quienes confiaron en ellos. A menos que estos
sean de tendencias fascistoides.
El PP puede hacer estas cosas, el PSOE no… ¿por qué?, los
peperos siempre tendrán una excusa para todo, lo que les
hace menos creíbles y se nota que es puro cachondeo ya que
dejaron todo atado y bien atado. Pueden hacer lo que les
salga de los huevos, liberalismo popular, los demás a callar
y tragar.
Las excusas que sueltan los portavoces de los interesados
son excusas barrocas adornadas con un poco de neoclasicismo
peculiar. Desde que es una comida de trabajo (¿Por qué no se
citan en los despachos?) hasta que es un punto de la agenda
del magistrado en su ronda de contactos con autoridades (?)…
si es una comida de trabajo ¿por qué en secreto? Lo más
gracioso es que el portavoz judicial se abona a la tesis de
que el pepero no se reunió con el juez en calidad de
secretario del PP sino como consejero de Justicia.
En el caso del ministro con Garzón, ¿sí?, ¿no podían
reunirse como dos personas normales y corrientes? ¡¡Ah!!,
no, no señor, se reunieron como ministro y como juez para
matar animales mientras decidían lo políticamente correcto
entre tiro y tiro.
Está por averiguar si lo que comieron el juez y el pepero en
el restaurante madrileño no sería parte de las piezas
cazadas por los otros dos.
Es ilógico y anormal que ninguna de las partes que
asistieron a esa “reunión de trabajo” no se plantearan
posponer el encuentro dado que el Tribunal Superior de
Justicia de Madrid estaba a punto de decidir sobre un asunto
crucial para el partido que representa el consejero de
Justicia madrileño.
A pesar de la inhibición de Garzón en el caso Gürtel siguen
quemando las cenizas de la cruzada pepera con las denuncias,
querellas…, se nota que van en busca de la persona, usando
modos y maneras del anterior régimen.
Cambiando de tema, mucho me suena las palabras del
presidente del Congreso en referencia a la legitimidad del
rey de España cuando afirma que no proviene del dictador
Francisco Franco, sino del ejercicio profesional. Por favor,
sr. Bono. ¿quién juró los principios del Movimiento
Nacional?, parece que el presidente del Congreso ignora que
nuestro rey es rey gracias a las Leyes Fundamentales del
Movimiento, o sea por obra y gracia de Franco.
Nosotros, los ciudadanos españoles, nunca nos definimos
políticamente, entre otras cosas porque no nos dejaron y así
estamos.
En fin, como dice Santiago Carrillo, en el PP hay mucha
gente que no ha roto con el franquismo y como digo yo, el
presidente del Congreso, al que conocí personalmente en el
estadio Salto del Caballo, de Toledo, tiene de todo menos
socialismo.
¡¿Qué le vamos a hacer?!
|