La frontera del Tarajal empieza a sufrir los rigores de la
decisión de las autoridades marroquíes que tratan, así, de
obstaculizar el paso fluido tanto hacia Ceuta como hacia
Marruecos. Así lo han confirmado a EL PUEBLO fuentes
cercanas a las autoridades de Rincón. Por un lado, se pide a
todos los porteadores que sellen, y a todos los ceutíes sin
exclusión. A sus nacionales les traban con peticiones
administrativas varias y el paso puede llegar a retrasarse
hasta en tres horas. Se han adscrito fisonomistas a Bab
Septa. Tras estas acciones se escondería un castigo marroquí
a las autoridades autonómicas ceutíes por su falta de apoyo
al culto religioso de la región en favor de lo importado. La
amenaza de bloqueos incidiría en la època veraniega.
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