Juventudes Socialistas planteó ayer la implicación de un
administrador externo a la Gestora y la Ciudad para
participar en el esclarecimiento del agujero económico del
CJCE. Pérez Triano, secretario general, también aludió a la
“politización” del organismo juvenil “a través de la
consejera de Juventud” y confirmó que los trabajadores
“llevaban cuatro meses sin sobrar”. Además de insistir que
“me resulta extraño que ningún miembro de la Permanente
conociese las cuentas”.
Juventudes Socialistas manifestó ayer la necesidad de
implicación en la gestión del CJCE, de un administrador
externo “que esté desligado a la Gestora y a la Ciudad”.
Durante su comparecencia ante los medios, a las doce de la
mañana de ayer, el secretario general de Juventudes
Socialistas (JSCE), Miguel Ángel Pérez Triano, quiso
recalcar que en las últimas elecciones al Consejo de la
Juventud no votaron ni la candidatura ni el proyecto de la
ex presidenta del organismo, Mariam Mohamed, sin tener
presencia en la Comisión Permanente del órgano. Acto
seguido, Pérez Triano aludió a la “politización” del CJCE
manifestando que “fue la consejera quién llevó la voz
cantante de las asociaciones”. El secretario general también
confirmó que había trabajadores que llevaban sin cobrar
cuatro meses y que la Ciudad había firmado convenios con el
Consejo “conociendo la deuda. Y queremos saber que, si se va
a utilizar el dinero de todos los ciudadanos, cómo van a
sanear el Consejo”. Se habla de 56.000 euros, de 60.000 e
incluso “de hasta 70.000 euros de deuda”, pero JSCE insiste
en que “la Gestora es la que tiene que clarificar cada una
de las facturas, con lo cual no hay una fecha exacta sobre
dónde empezar”. Pérez Triano también argumentó que “me
resulta muy llamativo que nadie se de cuenta, que la Ciudad
no conozca ningún movimiento del CJCE en lo últimos meses y
que una deuda tan grande sea de un año nada más”.
Para concluir, el secretario general insistió en que “no
creo que sea normal que haya miembros de la Permanente que
no hayan conocido nada absolutamente de las cuentas en estos
dos últimos años”. Además de no considerar que “la
responsable de finanzas no mirase ningún número sin valer
como excusa que Mariam no se dejaba”.
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