Suerte tengo de tener trabajo. En
estos tiempos en que el paro se incrementa cosa alarmante ya
es una bendición si encima la crisis juega con las monedas
como si fueran canicas.
Hablando de crisis, la que pasa el PP con sus signos de
identificación.
No comprendo la enorme caradura que están demostrando tener
los dirigentes peperos en referencia a las investigaciones
del juez Garzón.
Hay que ser demasiado mafioso para poner esa cara de póker y
declarar que prevalece la presunción de inocencia.
La secretaria del PP no da la talla, lo mismo que la
portavoz; el trillado Trillo anda por las ramas colgando
trozos de cadáveres sin identificar y el ausente Rajoy se
mete a decir mentiras en un programa televisivo –sobre todo
lo referente a las células madre- y toda esa gente no está
ni se le espera a la hora de decir, sencillamente: acatamos
la ley y respetamos la Constitución. Mucho menos se ponen a
disposición de los Tribunales.
Esas cosas se estilan en paises de fuerte tendencia
demócrata pero no en este país, donde trata de imperar Rouco
Valera, el de la Triste Figura; donde el patrón del país,
Santiago, con su caballo blanco jamás lo pisó y encima lo
apodaron Matamoros. Un país donde se cuestiona a la
Justicia, donde se niegan pruebas más que clamorosas y donde
el PP se aplica generosamente para sí el principio de
presunción de inocencia cuando al referirse al resto de
ciudadanos no se cortan un pelo en acusarlos, sobre todo a
los socialistas.
Se creen con patente de corso y con el derecho innato a la
impunidad absoluta y para quienes los jueces están para
investigar y condenar a los otros. Son tan patriotas que se
esconden en sus blindajes de aforados y encima se permiten
atacar y querellarse contra quienes osan investigarlos.
Mal asunto.
Rajoy no se rinde, a pesar que el propio locutor de esa
cadena avalada por el de la triste figura lo califica como
el jefe de la Filesa del PP… ya se puede estar olvidando,
Mariano, de sentarse en la poltrona monclovita y bastante
tendrá con mantenerse en Génova.
No cuadra la declaración pepera contra el juez Garzón al
afirmar que no actúa con arreglo a la legalidad en
muchísimas ocasiones y después se preguntan que cómo es que
un juez que está haciendo las cosas que está haciendo no
recibe ninguna, al menos, llamada de atención por parte del
Consejo General del Poder Judicial… ¿cómo quieren eso? ¿que
la Justicia se destruya a sí misma?
No comprendo bien el camino que emprenden estos peperos y
que se resume en varios puntos: lo que les marcó el sr.
Correa con los gúrteles; el de las cacicadas de la
presidenta de la Comunidad de Madrid con su viaje a la India
y con las comisiones de espionaje y la ley de cajas; los
desplantes del presidente del País Valenciano con sus
negativas a responder a la oposición y su contraataque hacia
un pobre sastre; el sistema desarrollado para amparar a los
imputados de su partido; los intentos por defender y
proteger al ex ministro de Defensa en su cobarde y
deshonrosa actuación de estos días; culminando todo ello el
abandono, como ratas antes de que se hunda el barco, de la
Caja de Ahorros de Castilla-La Mancha por parte de los
consejeros del PP con los bolsillos bien llenos…
Lo malo de todo es que al final, como siempre, vienen los
del PSOE y pactaría con los peperos, aunque perdieran la
mitad de los votos, con lo que los volvería a colocar en su
sitio.
Mal asunto que ya huele bastante raro porque parece una
conspiración anti judeo-masónica de las que se estilaban en
tiempos para olvidar. Tantas manifestaciones manipuladas
contra el Gobierno ya pasan de castaño oscuro si para colmo
los antiabortistas se ponen a clamar al cielo cuando el
aborto ya estaba vigente en el gobierno de Aznar (¡¡500.000
abortos!!)… los peperos quieren sacar tajadas con la
demagogia, que como expliqué es dar el poder a una
muchedumbre concreta en detrimento del pueblo. Por suerte,
las formas expresadas en sus manifestaciones son tan
patentes que no engañan al ciudadano culto y legal.
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