Cuando decidí compartir con
ustedes mis reflexiones sobre el contenido del pregón
formulado por Marco Antonio Muñoz Valente el pasado domingo
en la Santa Iglesia Catedral imaginé que, sería una tarea
sencilla por tratarse de mi primo hermano aunque, la
realidad ha sido diametralmente opuesta ya que, jamás se
conoce en su totalidad a las personas.
El joven pregonero posicionado solemnemente frente al atril
demostró, durante su exposición, poseer profundos
conocimientos sobre todas las cofradías de la Ciudad
resultado de la experiencia acumulada durante años de
ejercicio cofrade. Conocimientos que, unidos a sus profundas
convicciones cristianas, protagonizaron un esperanzador
inicio de esta recta final de la Cuaresma despertando el
interés de todos los presentes.
Debo reconocer que he presenciado pocos pregones a lo largo
de mi vida pero, el Pregón de Semana Santa pronunciado el
pasado domingo renovó en mí los sentimientos adormilados
iniciados durante mi infancia, a los pies de la talla que
muestra al romano que hirió mortalmente a Jesús de Nazaret
con la lanza asesina. Sin ninguna duda, escuchar las
emotivas palabras pronunciadas por mi primo el pasado
domingo me harán disfrutar como nunca de nuestra Semana de
Pasión.
También, es momento de reconocer y agradecer, después de
algunos años, la presencia del representante del Gobierno de
la nación en nuestra Ciudad, José Fernández Chacón
demostrando, una vez más, su compromiso con el pueblo de
Ceuta a pesar de que, en muy pocas ocasiones, nos ha podido
recordar la memez de delegados anteriores. Resulta evidente
la presencia en su equipo de un excepcional Jefe de Gabinete
perfecto conocedor de la particular idiosincrasia de la
sociedad ceutí.
En definitiva, un excepcional Pregón de Semana Santa
pronunciado por Marco Antonio Muñoz Valente enriquecido con
la presencia de las tres principales autoridades de la
Ciudad y finalizado con el himno de Ceuta, sin ninguna duda,
el mejor pregón para iniciar la semana que conmemorará la
Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret.
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