La Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta dictó ayer
sentencia para otro de los implicados en la trama de
narcotráfico de 2002 conocida como Operación Marinas.
En este caso, el acusado se enfrentará a un año de prisión y
7.500 euros de multa al responder por un delito de blanqueo
de capitales. Es decir, el imputado reconoció haber comprado
y puesto a su nombre embarcaciones, motores y vehículos que
sabía que procedían del tráfico de drogas. A este respecto,
el acusado manifestó al finalizar el juicio que en aquel
entonces “yo era un niño y no sabía lo que hacía porque me
dijeron que podía pagarlas a plazos”.
A petición de la defensa sobre la posibilidad de una condena
condicional, los magistrados accedieron imponiéndole
localización permanente y el no delinquir durante dos años
ya que, en caso contrario, ingresaría en prisión para
cumplir la pena.
Los hechos ocurrieron en el año 2000, cuando la Agencia
Tributaria, con el apoyo de la Guardia Civil, realizó una
operación contra el blanqueo de capitales en ciudades como
Ceuta, Melilla, Cádiz y Málaga y que se constituyó como
‘Operación Marinas’, con la intervención de 40 embarcaciones
utilizadas para el contrabando de estupefacientes y la
presentación de 226 atestados ante las tribunales.
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