Todo ocurrió el 14 de agosto de 2008 en una de las naves del
Polígono del Tarajal, al parecer, en una pelea entre un
transportista y un cliente.
Uno de los usuarios de la empresa pretendía alterar los
partes y el empleado supuestamente saltó el mostrador. Una
de las partes manifestó que le golpearon con un objeto
peligroso y la otra argumento que fue al contrario, y que le
lesionaron con un palo.
Por estos hechos, el acusado fue condenado a seis meses de
prisión que la magistrada del Juzgado de lo Penal sustituyó
por una multa de 720 euros.
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