Conviene recordar lo ya publicando
en estas páginas sobre la “educación diferencial”, a la
manera de introducción. Nos remontábamos a la antigua Ley de
Instrucción Pública de 1945, donde no estaba permitido que
los alumnos se “mezclaran” con las alumnas. Aulas para
maestros y niños; aulas para maestras y niñas. Y, por
supuesto, separación en los recreos, existiendo en los
centros de muchas unidades los “sólidos” muros que impedían
que los chicos se unieran con las chicas.
Con la Ley del 70, Educación General Básica, las cosas
cambiaron al establecerse la enseñanza mixta, también
llamada coeducación. Así, nos incorporábamos a los países
más avanzados. Pero algo ha debido de funcionar mal, después
de muchos años de normalidad, donde no parecía que, con
seguir las pautas marcadas por otros países, lo
anteriormente realizado fue un error. Y es que, en nuestro
país, se ha emprendido una “cruzada” en pro de la educación
diferenciada, que ya triunfa en los colegios públicos de
países progresistas.
Las chicas que estudian en clases a las que sólo asisten
otras chicas, tienen mejor rendimiento académico en
Secundaria, que las que las hacen con chicos en clases
mixtas. Así, lo ha confirmado un amplio estudio realizado en
el Reino Unido, país en el que la generalizada coeducación
convive con una tradicional presencia de centros
exclusivamente masculinos o femeninos, también en el sector
público.
Esa diferencia se explica por el hecho de que se evitan las
distracciones que a esas edades puede suponer el sexo
opuesto, por la falta de coacción ambiental, por no destacar
en materias que en ocasiones las mismas chicas consideran
más masculinas (ciencias, física y matemáticas) y por la
mayor autoconfianza que entre las alumnas genera el hecho de
no estar siendo observadas por sus compañeros.
Los beneficios de la enseñanza en clases de un solo sexo,
han sido ya apuntados por numerosos estudios, sobre todo en
el caso de la educación separada de los chicos. El informe
elaborado por la “Guía de las buenas escuelas” viene a
corroborar esto con una de las investigaciones más amplias
realizadas hasta la fecha, entre 700.000 alumnos de escuelas
públicas (no se ha considerado las escuelas privadas por si
cuestiones socioeconómicas pudieran alterar la
comparación).En el Reino Unido hay 221.000 chicas y 160.000
chicos que estudian en centros de Secundaria de un solo
sexo, dentro de una población escolar pública de 3,5
millones de estudiantes.
La ventaja sobre la coeducación, según las conclusiones del
informe viene marcado por todo el rendimiento escolar de las
chicas que comienzan Secundaria en una posición académica
débil; si van a clase con personas del mismo sexo puede
esquivar el fracaso escolar, y además, acabar el ciclo
formativo en buena posición. Por lo que se refiere a la
educación exclusivamente para chicos, las diferencias que se
aprecian no son tan destacadas y concluyentes.
La comparación se estableció entre 71,289 estudiantes de
colegios femeninos y 647.942 alumnos de centros mixtos, con
el análisis de las notas obtenidas entre 2005 y 2007.
Además, se tuvieron en cuenta la situación económica de sus
familias y el grado educativo alcanzado por sus padres. Todo
ello determinó el Valor Contextual Añadido (CVA, en sus
siglas inglesas).
Las chicas que, habiendo obtenido motas medias en Primaria y
comienzan la Secundaria en centros en los que sólo hay
alumnas, terminan sus estudios con CVA seis veces superior
al obtenido por las que van a colegios mixtos.
Para la Asociación de Escuelas de Chicas, en centros de un
sólo sexo, “las chicas tienen más autoconfianza, y es más
probable que hablen por sí mismas y se presenten voluntarias
para hacer cosas delante de las demás porque están menos
preocupadas por lo que los chicos piensan de ellas”.Por otra
parte, explica que entre sus alumnas está bien visto “ser
muy buena en cualquier materia, incluidas las matemáticas,
las ciencias y la física; nadie te pregunta por qué te
gustan cosas de chicos”
Pero,¿Cuál es la situación en nuestro país?. Pues, conviene
tener presente, que la libertad de opción de los padres con
una pluralidad de modelos educativos, en los momentos
actuales, no los hay en España, ya que en colegios públicos
es exclusivamente mixtos, frente a países como EE.UU.,
Alemania, Francia, Australia, Suecia….Pero como síntesis, el
niño no debería ir a la escuela mixta porque ahí se
desprecia los ritmos de aprendizaje y se pasa de la igualdad
al igualitarismo… Por lo tanto, estamos perdiendo la gran
oportunidad, si no adaptamos los métodos docentes a la forma
de aprender de los cerebros de niños y niñas. La
coordinación entre la ciencia y la educación está dando
resultados óptimos… Si seguimos aplicando métodos rechazados
en otros países, España se quedará atrás.
Los intentos, de inmediato, quedan en eso. Y esto es lo que
esta ocurriendo en la actualidad: “los colegios españoles
que separan por sexos y reciben dinero público pueden verse
discriminados por elegir ese modelo educativo”. Varias
autonomías –Andalucía, Asturias, Galicia, Cataluña,
Castilla-La Mancha…- han mostrado ya su intención e incluso
algunas la han plasmado en normativa, de suprimir los
conciertos o no suscribirlos con centros que ofrecen el
modelo diferenciado. La última comunidad en sumarse ha sido
Cantabria. Acaba de comunicar a un centro, que lleva doce
años concertado que le retira la subvención.
Si queremos eliminar el tan traído y llevado fracaso escolar
–la educación diferenciada puede ser la solución- nuestro
sistema educativo tiene que “abrirse más”, en una palabra,
modernizarse. Si seguimos como las ideas surgidas en los
años setenta, los resultados seguirán siendo poco
satisfactorios.
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