La representante del Ministerio Fiscal solicita un año de
prisión, tres años sin permiso de conducir y una
indemnización por un presunto delito contra la seguridad
vial. Al parecer, el sujeto circulaba en dirección contraria
y chocó contra un vehículo policial. El acusado manifestó en
el juicio oral que llevaba el motor apagado y que lo habían
encerrado en una curva mientras que los agentes explicaron
que el imputado iba a gran velocidad habiendo niños por los
aledaños de la zona.
Los hechos se produjeron el 16 de septiembre de 2008, sobre
las seis y media de la tarde, en los aledaños de la barriada
Juan Carlos I. Al parecer, el acusado circulaba en dirección
contraria por una pendiente descendiente, impactando por el
lateral derecho de la curva, con una vehículo policial.
El imputado manifestó que “llevaba el motor apagado porque
estaba estropeado y aproveché la cuesta y me subí. Al llegar
a la curva aparecieron los agentes, me encerraron en ella y
chocamos porque hicieron una maniobra”. Según acreditaron
ambas partes, la carretera era estrecha y sólo podían entrar
en ella, a la vez, un coche y una moto.
Por su parte, los agentes de la Policía Nacional
argumentaron que el ciclomotor iba a gran velocidad y que en
los aledaños de la zona había niños. Además, “escuchamos el
ruido del motor e intentamos esquivar la moto por acto
reflejo pero no se pudo evitar el choque por las condiciones
de la carretera”.
Por estos hechos, la representante del Ministerio Fiscal
solicitó para el procesado un año de prisión, tres años sin
permiso de conducir e indemnizaciones para los agentes por
los daños causados en la furgoneta de patrulla. En su
informe final, la fiscal esgrimió que el acusado había
puesto en peligro la integridad de las personas, en una
calle urbana de poco espacio, circulando a gran velocidad
por una pendiente. Por su parte, la defensa pidió la libre
absolución de su cliente explicando que los hechos no habían
quedado acreditados ya que “no le dejaron maniobrar al
encerrarlo en la curva, no hay conducción temeraria porque
llevaba el motor apagado y los agentes han acreditado que en
la carretera cabían dos vehículos del calibre citado”.
El juicio quedó visto para sentencia.
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900 euros y 6 meses sin carnet por conducir ebrio
El tres de noviembre de 2007,
varios agentes de la Policía Local se encontraban realizando
un control de alcoholemia por la barriada Príncipe Felipe.
Al visionar el impacto de un vehículo contra otro
procedieron a pedir la documentación al piloto del coche;
posteriormente le realizaron la prueba de alcoholemia dando
positivo. Por estos hechos, la magistrada del Juzgado de lo
Penal número 1 dictó sentencia para el acusado, el cual se
enfrentará a 900 euros de multa, y seis meses y un día sin
conducir vehículos de motor, respondiendo por un delito
contra la seguridad vial. Tras dictar la sentencia, la jueza
pidió al imputado su carnet de conducir con el efecto de
iniciar en dicho momento la pena impuesta. Los perjudicados
por la colisión no han solicitado indemnizació-n ya que la
responsabilidad civil se traspasa a la compañía aseguradora
del procesado.
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