Domingo a domingo, la AD Ceuta dilapidó sus opciones de
disputar el play-off de ascenso, dejándose puntos en la
cuneta que debía haber subido a su casillero. Si bien, el
empate cosechado ante el Guadalajara en el Pedro Escartín,
habría que darlo por bueno, teniendo en cuenta que los
ceutíes jugaron toda la segunda parte con un hombre menos
por la expulsión de Pepe Martínez. Siendo capaces de
mantener su portería a cero, ante un rival animoso que nunca
se dio por vencido en sus aspiraciones de lograr el triunfo.
Todo hasta repartirse un botín que para unos y otros no
sirve de mucho. Eso sí, con ese punto, los caballas se
dieron una mano de chapa y pintura, pensando en maquillar la
imagen ofrecida el miércoles ante la Balompédica Linense,
enmascarando el fracaso de la temporada.
La necesidad del Guadalajara por ganar el partido, y así
seguir soñando con cotas mayores, motivó que los morados se
hicieran con el control del esférico tras unos primeros
minutos de tanteo. Por ello, los de Carlos Pérez Salvachúa,
dieron un paso al frente, pasando a jugar en campo ceutí.
Sin embargo, lo único que supieron hacer fue colgar balones
al interior del área desde una y otra banda, a la postre
repelidos por la zaga caballa. Una actitud de los alcarreños
que posibilitó que los ceutíes salieran a la contra,
explotando la velocidad de Elvis, Álvaro y Carlos Valverde.
Faltándoles pegada en los últimos metros para mover el
marcador. Ya que eran los de Carlos Orúe los que disfrutaban
de las escasas aproximaciones en la puerta contraria.
Teniendo en cuenta que las fuerzas estaban muy equilibradas.
Con las espadas en todo lo alto y ambos equipos haciendo un
gran desgaste físico, los minutos pasaban sin que ninguno
hiciera méritos para marcar. Apenas una falta lejana lanzada
por Pepe Martínez, que salió por la línea de fondo tras
tocar en la barrera, en los primeros cuarentaicinco minutos.
Como no podía ser de otra forma, a medida que fueron pasando
los minutos, el ritmo decayó. Lo que devolvió la posesión a
los locales, quienes seguían insistiendo por las bandas. Una
actitud que no se tradujo en gol, pero sí les sirvió para
forzar la segunda cartulina amarilla de Pepe Martínez a dos
minutos de concluir el primer tiempo, quedándose los ceutíes
en inferioridad numérica. Lo que significó que Javi Navarro
retrasara su posición al lateral izquierdo, precipitando la
entrada de Txiki, antes incluso de encarar el túnel de
vestuarios.
El hecho de jugar con un hombre menos pareció no afectar al
juego del Ceuta, que se fue al descanso como si nada, y
comenzó el segundo tiempo como si tal cosa. Sin renunciar al
ataque y conteniendo las incursiones de un rival que
únicamente era capaz de llevar peligro a balón parado. Pero
los minutos pasaban y el cansancio empezó a hacer mella,
propiciando que los locales ganaran terreno. Así, un balón
perdido por la zaga ceutí acabó en el larguero de la
portería defendida por Lledó, al sacarse Higinio un disparo
con pierna izquierda, en la ocasión más clara del encuentro.
Aviso para navegantes de que el Guadalajara iba a por el
partido.
Una actitud que quedó mucho más clara cuando, con más de
media hora de partido por disputarse, Carlos Pérez Salvachúa
dio entrada a Lambarri como tercer delantero, en lugar de un
centrocampista como Hugo Pina. Mientras que Carlos Orúe,
lejos de amilanarse, puso sobre el campo a Anxo por el
renqueante Álvaro. Aunque las ocasiones seguían siendo para
los morados, como el cabezazo de Álex a la salida de un
córner, el disparo de Dupi desde fuera del área que salió
rozando el palo o el remate de Lambarri que no encontró la
escuadra del marco blanco. Ocasiones prácticamente
consecutivas con las que se ponían cerco al área de la
Asociación.
Dominio y ocasiones que no fueron suficientes para decantar
la balanza a favor de los alcarreños, por lo que Salvachúa
echó el resto, dando entrada a Calleja y Gorka. Buscando la
portería blanca tanto a balón parada como en jugada. Un
panorama complicado para los caballas, quienes empezaron a
dar por bueno el empate, renunciando al ataque. Por lo que
Carlos Orúe sentó al nigeriano Onyema Elvis, introduciendo a
Álex Colorado.
En la recta final de partido, los ceutíes lo intentarían a
base de arreones. El primero, al colgar Anxo un balón desde
la banda izquierda, rematado directamente fuera por De
Lerma. El mismo destino que un disparo desde fuera del área
de Álex Colorado que no halló portería. El que sí supo hacer
trabajar al portero contrario fue Álex, al sacarse una
vaselina que Lledó despejó ‘in extremis’. Volviendo a
lucirse el arquero sevillano ante Garde y un último cabezazo
de Jorge en tiempo de descuento. Concluyendo un partido del
que los ceutíes arrancaron un punto de chapa y pintura.
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