En la miscelánea de mañana domingo
dejo constancia de cómo me fue, durante la semana, dando
barzones por la calle. Todo comenzó con un lunes desabrido
por culpa del levantazo que hacía. Y a partir de ahí se
enmendó la cosa. Pues miércoles, jueves y viernes tuve la
oportunidad de alternar con conocidos que estaban
predispuestos a la conversación desenfadada, rebozada con
ese punto de ironía festiva, que tanto nos ayuda a quienes
tenemos que escribir diariamente.
Fuera de esas páginas dominicales se ha tenido que quedar,
por falta de espacio, mi charla con Yolanda Bel,
portavoz del Gobierno y consejera de Medio Ambiente, en
presencia de Manolo Gómez Hoyo. A la que le celebré,
pues no la había visto desde entonces, su discurso en el
Premio María de Eza. Si bien me permití aclararle ciertas
cosas al respecto que entiendo debía saber.
Y, como no podía ser menos, le referí los rumores que
vuelven a correr acerca del más que posible cargo que
tendría Vivas en el Gobierno de España, si el Partido
Popular ganara las próximas elecciones generales. Y YB me
dijo que Vivas puede ser ministro y lo que exijan de él,
porque le sobran cualidades. Aunque ella sigue pensando que
Vivas permanecerá como presidente de la Ciudad muchos años
más. La fe de la consejera en Vivas es de las que mueven
montañas.
Quien tampoco aparecerá en la miscelánea semanal será, y
bien que lo siento, José María Campos. Nos vimos por
casualidad, después de mucho tiempo sin tener la oportunidad
de cruzar palabra, y lo primero que hice es ponerle a prueba
recordándole lo de las personas influyentes de Ceuta. Broma
que aceptó con la sonrisa presta y muy buen aire. Como debe
ser por parte de un caballero.
José María aprovechó la ocasión para hablarme del libro que
ha escrito y que muy pronto será presentado y puesto a la
venta. Y asimismo me puso al tanto de que saldrá una nueva
edición de ‘Abdelkrim y el protectorado’. Así que dicho
queda. Y es que cuando la educación flota en el ambiente,
cualquier cosa sale a pedir de boca.
La pena es que se hayan quedado también sin sitio en la
miscelánea los comentarios que primaban en la calle el
jueves, el viernes... y seguro que no cesarán durante varios
días. Hacía mucho tiempo que no se opinaba tanto de la
Asociación Deportiva Ceuta. Y todo por mor de ese partido
frente a la Balompédica Linense. Vergonzosa actuación...:
era el calificativo que salía a relucir en todas las
reuniones. Y a poco que se insistiera afloraba la
indignación.
Pero por encima de ese sentimiento de vergüenza ajena que
había despertado en los aficionados el pésimo rendimiento
del equipo, a éstos les dio por mirar hacia atrás y se
encontraron con la figura de quien fuera presidente durante
muchos años, con éxitos indiscutibles.
Y, claro, surgían las alabanzas, y se enumeraban sus
aciertos, y las promociones de ascenso, y las eliminatorias
jugadas en la Copa del Rey, y el sentido común que imperaba
en el club, y la personalidad de quien dirigía los destinos
de un equipo donde la disciplina era una constante. Y,
mientras tanto, yo pensaba en la falta de reconocimiento
oficial, que ha tenido la labor de José A. Muñoz.
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