El vicepresidente primero del Gobierno de Melilla, Miguel
Marín, presentó ayer una querella contra el líder de la
oposición, Mustafa Aberchán, por un presunto delito de
injurias y calumnias tras haberle acusado de hacer
declaraciones xenófobas contra su persona.
Los hechos ocurrieron el 17 de marzo de este año, cuando
Marín afirmó en una rueda de prensa que Aberchán estaba
utilizando la religión para hacer política e intentar
dividir a la sociedad melillense. Según dijo Marín ese día,
Aberchán había llamado por teléfono a muchos ciudadanos
musulmanes para reclamar su apoyo basándose en la religión,
diciéndoles “hermano, tú eres musulmán igual que yo. Tenemos
que estar juntos y los cristianos a un lado”.
Al día siguiente, Aberchán salió al paso de estas
acusaciones anunciando su intención de presentar una
denuncia contra Miguel Marín por efectuar unas
“declaraciones xenófobas” contra él, dado que el nuevo
Código Penal “persigue” este tipo de manifestaciones.
Ayer, en rueda de prensa, el vicepresidente primero de la
Ciudad Autónoma negó esa intencionalidad en sus
declaraciones e informó de que acababa de presentar en los
juzgados de Melilla una querella contra Aberchán por
presuntas injurias y calumnias. Según Marín, “eso es lo
único que le queda a Aberchán para hacer frente al Gobierno
local”, de modo que “la única defensa que nos queda ante eso
es denunciar a los tribunales”.
Marín explicó que el primer paso en el proceso judicial será
la celebración de un acto de conciliación en el juzgado, en
el que confió que Aberchán “no actúe de manera cobarde como
acostumbra cuando se sienta en un banquillo”, casos en los
que “suele decir ‘no me acuerdo’, ‘no lo sé’ o ‘no quería
decir eso’”.
Miguel Marín también consideró que Aberchán, en lugar de
denunciarlo a él por xenofobia, debería haber hecho lo
propio con “su socio político, Dionisio Muñoz”, por las
manifestaciones que hizo durante un Pleno de la Asamblea el
30 de mayo del año pasado contra el consejero de
Presidencia, Abdelmalik El Barkani.
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