Ramón Chao hace hoy un repaso de su larga trayectoria
profesional marcada por un largo periodo en Radio Francia
Internacional. De una izquierda de vieja escuela, considera
que el ejemplo de Chaves convierte a Latinoamérica “en el
futuro de la humanidad”. También niega la existencia de un
periodismo de izquierdas en España. En su conferencia
tratará la inexistente censura. Algo que se vadeaba en el
periodo franquista porque “los censores no eran muy listos”
pero que ha empeorado en la actualidad con “la censura
directa del empresario”.
Pregunta.- Ceuta se conoce como la ciudad de las cuatro
culturas. ¿Ha tenido tiempo para sacar una impresión?
Respuesta.- Ceuta está en un lugar muy estratégico para ser
una ciudad de cuatro culturas. Aunque por lo que vi más de
cuatro culturas era Tánger porque, que yo sepa, allí hay más
artistas y siempre ha sido una ciudad internacional. Por
ejemplo, Ignacio Ramonet es de allí.
P.- ¿Qué es peor la censura de época franquista o la
autocensura que se practica actualmente?
R.- Ahora no se practica la autocensura, lo que hay ahora es
una censura directa del propietario del periódico. Que si no
estás de acuerdo con la línea del periódico y sus intereses
te echa. Cuando yo estaba en El Triunfo la censura se podía
vadear muy bien porque los censores no eran muy cultos. Lo
que hacía es hablar mucho de De Gaulle pero realmente me
refería a Franco. Y ellos no se daban cuenta. La peor
censura es la que tenemos ahora, hablo de casos propios.
Ignacio Ramonet y yo trabajábamos en La Voz de Galicia y mi
compañero había escrito un libro de entrevistas sobre Fidel.
Eso les pareció muy mal y dejó de publicarnos. En principio
el que estaba condenado era Ignacio pero yo también me fui
porque en todos los sitios estamos juntos.
P.- ¿Cuáles eran los métodos que utilizaban para sortear
la censura?
R.- Eso era en época de Franco porque después ya no hicimos
mucho por sortearla. Y así nos va. Cuando jugué con la
censura fue en la radio francesa que yo dirigía. Allí daba
la palabra a gente afín a las ideas de izquierda y no me
podían decir nada porque no eran mis palabras, lo decían
ellos. Y luego intentábamos hablar de una forma oblicua de
los temas. Traté el caso de un anarquista español que había
estado en la guerra de Argel, después fue a Francia y cayó
con unos jefes muy reaccionarios. Él durante Mayo del 68,
hablaba con los estudiantes y yo lo conté en dos o tres
evoluciones del tema. Él al final se suicidó y en Francia lo
taparon. Pero yo lo utilizaba para hacer la comparación con
los grises de España, todo era para eso para que aquí se
hiciera otra lectura.
P.- Cuando lee la prensa o escucha la radio en España.
¿Cuál es la impresión que se lleva?
R.- En primer lugar que no se escribe muy bien. A mí me
choca que en El País, que es el que más leo, no se conozca
más que el pretérito compuesto: ha venido, ha comido o ha
tal. Es una cosa que es vergonzosa. Y luego el cuyo no se
utiliza nunca, con lo bonito que es. También me sorprende la
uniformidad de la información. El País y El Mundo, salvo
algunas posiciones histéricas del último, es que son
iguales. Y en general la prensa española lo que hace es
mantener el status quo. Creo que el único que dice algo es
el Le Monde Diplomatique en español.
P.- ¿Usted no cree que existe prensa de izquierdas en
España?
R.- No, para nada, ni El País la hace.
P.- La idea tradicional es que El País apoya al PSOE.
R.- ¿qué diferencia hay en la política económica y
financiera del PP y el PSOE? A nivel internacional incluso.
Los dos son atlantistas, los proeuropeos y neoliberales. En
el fondo no se diferencian mucho. Para mí hay dos problemas
grandes: la crisis y que Europa se convierta en un vasallo
de Estados Unidos. Latinoamérica es para mí el futuro de la
humanidad. Si Chaves y Venezuela sigue actuando de fermento
para lo que ha sucedido en Bolivia, Ecuador o ahora El
Salvador será algo muy serio. ¿Por qué le atacan tanto? ¿Por
qué le lleman el Gorila Rojo a un presidente de la
República? Siempre ha sido elegido menos una vez que no lo
consiguió y admitió la derrota. En cambio en Europa el
pueblo francés dijo que no y lo hace votar ahora por el
Parlamento dond tiene mayoría.
P.- Su hijo, Manu Chao, se ha convertido en un icono del
multiculturalismo. ¿Esa faceta le proviene de usted?
R.- ¡Claro! No es porque yo sea el padre, es porque yo fui
el que le enseñé música.
|