Tres jóvenes se sentaron en el banquillo de los
acusados del Penal número 2 por un supuesto delito de robo
con violencia, el pasado 8 de marzo, sobre las siete y media
de la madrugada, en los aledaños del Poblado Marinero.
El principal acusado, que confesó su autoría en los hechos,
explicó que la víctima le debía dinero por la compra de una
bicicleta. “Él estaba borracho; primero le quité por la
fuerza el teléfono móvil pero luego me dijo que me lo
llevase para saldar la deuda”, manifestó el imputado. Con
respecto a su relación con los otros acusados, “yo iba en
compañía de otra persona que no han localizado y a los otros
dos me los encontré al regresar a casa pero no estaban
cuando ocurrieron los hechos”. Luego testificaron los otros
dos acusados, los cuales manifestaron no conocer a la
víctima y no presenciar el presunto robo confirmando su
encuentro con el principal sospechoso minutos después.
“Cuando volvíamos al Polígono Virgen de África nos
encontramos con él”; uno de ellos confesó que conocía lo
sucedido y el otro que no sabía nada. Sólo que los policías
los intentaron detener, que salieron corriendo pero los
alcanzaron. Por su parte, la presunta víctima negó que
pactase el móvil a cambio de la deuda y explicó que “me
acorralaron unas cuatro personas, me zarandearon y no sé
cual me cogió el móvil del bolsillo”. Tres agentes de la
Policía Nacional, protagonistas del arresto de los tres
jóvenes, explicaron que la víctima reconoció a los acusados
de inmediato, “a pesar de padecer cierta deficiencia”. Y que
la detención de los mismos estaba clara ya que “nos
comentaron que tenían rasgos árabes y a esas horas de la
madrugada no había gente en la calle hasta que vimos a los
sospechosos”. Para los tres acusados, la Fiscalía pide 2
años y 9 meses de prisión mientras que la defensa solicita
la libre absolución.
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