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OPINIÓN - JUEVES, 26 DE MARZO DE 2009

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Especialización sin profesionalización o el huevo sin gallina

Por María Muñoz Tinoco


Llevamos varios días viendo en la prensa, cómo la visita del Secretario de Estado de Turismo viene acompañada de promesas de promoción de Ceuta como destino turístico, apostando por la especialización de la ciudad como destino de turismo náutico. Estas acciones se enmarcarán dentro del Plan de Competitividad 2009-2011 “Ceuta 2+2: Dos mares, dos continentes”, que está presupuestado en dos millones de euros.

Yo, que soy diplomada en turismo, me he empapado de todas estas noticias, al principio devorando la información, ilusionada, pensando que la especialización de la que se hablaba se trataba tanto del destino en sí como de las personas que trabajan en el sector. Pero va a ser que no, o al menos yo no he leído ni una sola alusión al respecto.

Por lo visto los que tenemos estos estudios vamos a seguir utilizándolos para lo mismo que hasta ahora, para nada de nada.

¿Competitividad, especialización? Estas palabras tan familiares, leídas durante años, repetidas hasta la saciedad en los temarios de la carrera me producen hoy en día un gran chirrido por el cinismo que envuelve todo el tema. ¿La calidad como arma fundamental para la supervivencia del sector turístico español y la profesionalización un vehículo imprescindible para conseguirla? Echar mano del humor negro y reirme es el único recurso que me queda ahora cuando escucho algo parecido, tal y como están las cosas en la realidad del día a día.

Desengañémonos, no existen profesionales en este sector, o son los menos. Para trabajar en hoteles, en agencias de viajes, como informadores turísticos o azafatas entre otras pocas salidas que nos dan a los diplomados en turismo no se necesita ninguna titulación, cualquiera que lo desee puede trabajar en estos puestos sin haber pisado una facultad en su vida y en el caso de pedir algún tipo de estudios, cualquier otra titulación vale. De hecho es muy común encontrar a diplomados en empresariales ocupando puestos relacionados con el turismo.

Se dice por ahí que para ocupar ciertos cargos como el de director de hotel es necesario el titulo, pero ésto ni siempre es así, ni las posibilidades de ascender empezando en recepción son muchas por no decir que son nulas. En el otro supuesto en el que ser titulado en turismo serviría de algo, es a la hora de abrir una agencia de viajes, pero cada comunidad autónoma al tener competencias en materias turísticas legisla como quiere resultando que la mayoría han decidido que no sea obligatorio la tenencia de estos estudios. Así que estamos como al principio, no hay ninguna actividad, ni siquiera una oposición a la que podamos optar únicamente los profesionales.

No conozco a nadie que haya estudiado esta especialidad y no se haya arrepentido. Perder tres años de nuestra vida dedicando un tiempo y esfuerzo valioso para acabar teniendo los mismos méritos en el mercado laboral que cualquiera sin estudios superiores es absurdo y además y lo que es peor, tremendamente frustrante. ¿No sería mejor entonces, suprimir esta carrera de la oferta de estudios universitarios? Somos muchos los que nos hemos planteado esta cuestión cansados de que nos tomen el pelo vendiéndonos humo, preparándonos para un empleo cualificado que en la realidad del mercado, oh sorpresa, no existe.

Pero sin embargo creo que no. Por harta que esté de todo esto, estoy convencida de que la supervivencia del sector pasa por contar con profesionales capaces de buscar estrategias para desestacionalizar los flujos turísticos, que sepan de los métodos de un servicio especializado que otorgue al destino el valor añadido de la calidad y que puedan prever las ventajas y oportunidades que nos ofrece nuestra ciudad para conseguir una oferta distintiva y peculiar que nos diferencie del resto. Materias todas que nos competen y en las que estamos formados. ¿Como pretenden si no promover un sector tan importante como el turístico, si el personal que trabaja en el mismo no tiene ni idea de cuál es su funcionamiento ni está profesionalmente capacitado para desarrollar una labor de calidad? Porque puestos a que reine el intrusismo, que no se exija tampoco ningún requerimiento especial para trabajar de maestro en un colegio, de abogado en un bufete o de ingeniero. Pero por supuesto esto sería impensable.

No pedimos nada extraordinario, más que se reconozca nuestra preparación y se regule la profesión de los que estamos capacitados para trabajar con prioridad en el mundo del turismo. Que la incoherencia y la contradicción entre la teoría y la realidad desaparezca de una vez por todas pudiendo empezar a hablar entonces, por fin, de competitividad.
 

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