Bien se ha despachado el secretario general de CCOO en
Ceuta, Juan Luís Aróstegui, contra el Gobierno de la Ciudad,
que eso si, torpemente, le invitó a volver a la escena al
acusar a CCOO de ser una de las causas del motín de Punta
Blanca, en esa rueda de prensa de aurora boreal en la que,
¡por fin!, nos hemos enterado que el área de menores tiene
un director al frente, hasta ahora transparente y desde ese
día en el que apuntó su dedo acusador hacia Aróstegui, pues
algo borroso él.
Pero no extendiéndonos más en el análisis de la nefasta por
inexistente política de comunicación del Gobierno Vivas, que
se encomienda a última hora a la ex secretaria general del
PSOE, Mª Antonia Palomo, premio María de Eza y que quiso
meter hace poco a Vivas en la cárcel por el asunto Piniers,
lo cierto es que el Secretario General de CCOO de Ceuta,
compelido por su obsesiones, agitado por su furia interna y
desarbolado por sus propias frustraciones, ha aprovechado la
invitación que el tandem Hernández-Palomo le formularon,
para terminar disparando contra todo lo que se mueve y, como
siempre, “haciendo amiguitos”.
Televisiones, periódicos y demás medios de comunicación
social, acabaron pagando el pato en su última rueda de
prensa, descargando contra ellos esa ira que crispa
cualquier ambiente en que él se prodigue, faltando al
respeto de tirios y troyanos, de culpables e inocentes, de
jóvenes y viejos y todo por una sola razón: Que nadie le
vota.
Pero como las culebras, siempre anda buscando algún
resquicio para arrastrarse hacia el interior de la casa de
las que sus legítimos dueños le expulsaron y ahora, el
voluble de Mohamed Alí, que no termina de saber si va o si
viene, le ha abierto un portillo para darle paso hacia el
calor de ese hogar público propiedad de todos los ciudadanos
de Ceuta. Y si no hubiese sido así, alguna plataforma, algún
foro o algún otro instrumento hubiese utilizado o inventado
el comisionista para colarse sin pasar por la legítima
puerta de las urnas, que una vez tras otra se le cierra sin
remisión.
Pero es su falta de respeto a la voluntad popular tan
evidente, que él ya ha empezado a situarse por encima de
ella, describiendo a los ceutíes como unos palurdos
adormecidos que no entienden de política y que por tanto no
saben valorar su capacidad para dirigirlos y tras insultar a
diestra y a siniestra, ha decidido acusar directamente a los
medios de comunicación de ser unos vendidos y propiciar las
victorias del PP y las derrotas del PSPC. Y esto lo dice un
señor (lo de señor es cortesía), que tiene una columna de su
propiedad en un medio escrito de Ceuta, desde la que pone de
vuelta y media no sólo al Gobierno de Ceuta, sino a quien
quiere, por supuesto pagada, la columna esa, con el dinero
que el Gobierno de Ceuta dedica a “¿comprar?” a la prensa.
El diario el Pueblo de Ceuta, ha publicado íntegramente las
declaraciones del Sr. Aróstegui, incluso aquellas en las que
se ataca la independencia del medio y lo ha hecho, por que
siempre ha considerado prioritaria la libertad de expresión
y opinión, aunque esta sea dañina y fraudulenta en relación
con el periódico.
¿Qué se puede añadir, por tanto, a ese cóctel de mentiras y
obsesiones en que se ha convertido la vida pública del
Secretario General de CCOO de Ceuta?.
El, que dice del Gobierno de Ceuta que no asume ninguna
culpa, ninguna responsabilidad y que siempre busca culpables
externos, ¿ha pensado en dedicarse la idea a si mismo, por
si encuentra alguna similitud con su propia conducta?.
La culpa de su fracaso es de Vivas, de Gordillo, de los
ceutíes, de los empresarios, de la UGT, de los periódicos y
las televisiones que son unos vendidos y por supuesto de
Rajoy y Zapatero, suya no, que él no ha hecho nada que
merezca el ostracismo político en el que los ceutíes (“esos
incultos y desagradecidos”) le han colocado.
Si no fuera por que algo de demencia hay en todo ello, sólo
cabría decir: “este tío es un caradura”. Psss…
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