Vecinos de Otero y avenida España denunciaron a este
periódico la falta de civismo de algunos dueños de perros
que no recogen las heces caninas después de que sus perros
hagan las necesidades. Algunas voces lamentan que los niños
tengan que enfrentarse a diario a un recorrido minado de
excrementos; otras voces apuntan hacia la Policía Local y le
piden que sean rigurosos en las sanciones a aquellos que no
cumplen con la obligación de retirar de la vía pública las
heces
“La Policía debería poner menos multas por aparcar en las
aceras y más a los dueños que no recogen la caca de sus
perros”, denunció Emilio, un vecino, acerca del estado del
suelo de la avenida Otero y de la avenida España,
principalmente en el tramo que abarca desde la rotonda del
Medinaceli hasta el colegio San Daniel. En efecto, la
presencia de excrementos es palpable. “Los niños tienen que
ir saltando por las mañanas para no tropezarse con uno de
estos regalitos”, comentó. El presidente de la Asociación de
Vecinos de Manzanera, Francisco García Segado, apuntó en el
mismo sentido, criticando la falta de civismo y resaltando
la labor de los operarios de Urbaser, quienes a diario se
enfrentan a unos excrementos ante los que difícilmente
pueden hacer nada.
Una joven de Otero, dueña de un perro y poseedora de una
bolsa sanitaria, explicó: “Yo tengo que ir hasta San Amaro
para coger bolsas, porque no hay ni enfrente del colegio San
Daniel ni en el parque de Elena Sánchez”, los dos únicos
sitios del entorno en los que existen papeleras de este
tipo. En Manzanera también hay dispensadores de bolsas, pero
según su presidente, algunos prefieren los jardines.
La única solución pasa por mentalizar a los ciudadanos de
las molestias que causan a los demás estas acciones
incívicas. “No sé qué le cuesta a la gente poner un cartón o
una bolsa donde el perro vaya a hacer sus necesidades. Yo
soy amante de los animales y sé cuándo un perro va a hacer
caca”, dijo, antes de pedir más actuaciones de la Policía.
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