A lo largo de mi vida siempre he
tenido una máxima: “no meterme donde no se”. Y por supuesto,
no entrar en el terreno que no me corresponde, cuando hay
compañeros que desempeñan esa función, tal es el caso del
deporte, donde los redactores deportivos de nuestro
periódico, hacen un buen trabajo.
Pero como abonado, del equipo de mi tierra, en esta ocasión
y con permiso de mis compañeros de deportes, voy a dar mi
personal e intransferible opinión de la AD Ceuta, un equipo
que nos hace pasar “canutas” las tardes de los domingos y
que, además, no juega a nada. Bueno, a decir verdad, su
juego es lo más parecido al rugby que he visto, sobre todo
en esa jugada del “melón” patada a seguir, para ver si Elvis
que está en una isla desierta, consigue hacerse con el balón
y marcar algún gol.
Aquí en esta tierra nuestra, donde llevo más años que
Cascorro de mili viendo fútbol, aún consiguiendo el triunfo
le hemos dado una pitada al entrenador de turno, y eso que
tenia al equipo clasificado el primero de la tabla. Ahora,
desde la llegada de Benigno las cosas han cambiado tanto,
que ya de salida se le recibe con una ovación, cómo si
hubiese conseguido algo importante cuando, realmente, no ha
conseguido nada.
Las cosas, por qué no decirlo, han cambiado tanto que ya no
se si voy al fútbol a ver la Ceuta o darle un aplauso al
entrenador cuando aparece por la boca del vestuarios,
Cómo será la cosa que sin haber hecho nada, porque no se
consiguió el ascenso, le hemos dado el escudo de oro de la
ciudad. Teniendo en cuenta que se lo hemos dado, supongo yo,
por habernos clasificados para jugar la liguilla, se le
debería haber entregado a otros entrenadores que también
hicieron ese trabajo. Es más, incluso, algunos de ellos, nos
llevaron a jugar la copa del Rey visitándonos equipos de
primera como el Málaga, Betis o el mismísimo Barcelona.
Con el revuelo que se ha armado, en toda España, por haberle
concedido la Medalla de las Bellas Artes a Fran Rivera,
llegándose por Paco Camino y José Tomás a la devolución de
la misma. Ni te cuento, serrana del alma, la que se hubiese
liado si al alcalde de Madrid le da por concederle la llave
de oro de la Ciudad.
Y digo yo, en el supuesto que se pueda decir algo, Fran no
la ha pedido, a él se la han concedido. Entonces, por la más
pura de las lógicas, el culpable o los culpables son quienes
se la han concedido. No se si me esto explicando, con
claridad
Total que como pasa siempre, en todas estas cosas del
fútbol, a Benigno le han despedido con escudo de oro
incluido. Ya lo decía aquella canción: “ No puede ser / no
puede ser / no le podemos dar, a Benigno, el escudo de oro
otra vez/.
Como hay tengo ganas de cantar, pues voy a hacerlo: “ La
culpa quién la ha tenido de esta amarga situación / Tú que
nada has conseguido / Yo que te dí el escudo de oro y a
pesar de ello te dan la sustitución /.
Cosas de la vida, colegas. Las precipitaciones nos son más
que la antesala de las meteduras de pata. Me pido primer,
por no hacer nada, para la entrega del próximo escudo de
oro.
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