Cuando se creo el Estado de las
Autonomías, los que llevaron a cabo semejante asunto, no
tuvieron en cuenta, el problema que nos traerían las mismas
debido a los nacionalismo caduco y trasnochados, que vieron
en esos estados Autonómicos la oportunidad de asomar la
cabeza y emerger como una fuerza importante, con capacidad
para decidir quienes deberían gobernar España según sus
deseos y ambiciones.
Un gran error el que se cometió y del que, desgraciadamente
para este país, no tiene vuelta atrás, a pesar de la sangría
económica que ello le supone al bolsillo de todos los
contribuyentes, incluso a los bolsillos de aquellos a los
que estos nacionalismos, caducos y trasnochado, no nos
quieren por considerar que ellos no son españoles.
Naturalmente, a todos aquellos que pagamos con nuestros
impuestos al mantenimiento de todos estos nacionalismos, a
pesar de que no nos quieren, porque ellos no son parte de
España, no nos devuelven nuestro dinero y viven sólo de lo
suyo. No señor, eso está una jartá de feo, el dinero hay que
cogerlo de todos incluidos aquellos a los que no nos
reconocen. Manda…la cosa.
Después, no se la razón de ello, le hemos permitido que se
presenten sólo en su Comunidad Autónoma y, de esa forma,
poder estar sentados en el hemiciclo gobernando España.
Cuando le deberíamos haber impuesto, qué si querían gobernar
deberían presentarse en todo el territorio nacional.
Lógicamente, de haberle impuesto esa condición si querían
tener un puesto en el hemiciclo del Gobierno español no lo
hubiesen aceptado, de ninguna de las maneras, porque saben
de sobra, que jamás hubiesen llegado a ocupar un escaño en
el Gobierno de España con lo que para ellos, el no estar en
ese lugar conlleva..
No tendrían poder alguno y, de esa forma, jamás podrían
exigir nada de nada, y mucho menos utilizar sus votos para
obligar al Gobierno al que estén apoyando, en esos momentos,
a llevar a cabo cuantas propuestas a ellos les interese. De
lo contrario, de no llevar a cabo el Gobierno esas
propuestas, realizadas por los nacionalistas, les amenazan
con quitarles su apoyo y hacer tambalearse al Gobierno
elegido democráticamente en las runas por la mayoría del
pueblo español.
Por todo eso y por más cosas, es por las que tengo un gran
interés que el lehendakari sea Paxti López con el apoyo del
Partido Popular. Con ese acuerdo entre los dos grandes
partidos españoles, nos estaríamos quitando un gran problema
de encima, alejando a los nacionalistas que, como he escrito
en algunas ocasiones, no son más que aldeanismo puro y duro.
Ojala en otras comunidades nos pudiésemos quitar de encima a
otros nacionalistas y poder caminar, como caminan otras
naciones con mucha más tradición democrática que nosotros,
hacia un bipartidismos que acabase, de una vez por todas,
con esos partiditos bisagras que nada aportan a la
gobernabilidad de un país porque, entre otras cosas,
anteponen sus intereses particulares a los intereses
generales. Hay que cambiar, sin lugar a dudas, la Ley
Electoral. ¿O no?
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