PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MIÉRCOLES, 18 DE MARZO DE 2009

 

OPINIÓN / SNIPER

¿Qué se está cociendo en Irán?
 


José Luis Navazo
yebala06@yahoo.es

 

Donde dije digo, digo Diego”. Todavía el pasado 8 febrero, el reformista y ex Presidente de Irán entre 1997 y 2005, Mohamed Khatamí (ayer escribí “moderado”, en obvia relación con el islamo-fascista Ahmadineyad), confirmaba su disposición a batirse en las elecciones presidenciales del próximo 12 de junio (fecha en la que, por cierto, los marroquíes también están convocados a unas decisivas elecciones municipales). Sin embargo el 17 de marzo anunciaba su renuncia a presentarse como candidato, dejando en la palestra dos candidaturas: la del ex Primer ministro Mir Hussein Musavi y la del ex Presidente del Parlamento, Mehdí Karrubi, ambos de talante relativamente abierto. En contra, el fanático y ultraconservador Presidente actual, Mahmud Ahmadineyad, quizás arropado por colaboradores próximos disfrazados como “independientes”.

¿Se está cociendo algún cambio en Irán…? El próximo 8 de mayo deben cerrarse las candidaturas. Oficialmente, la renuncia de Khatamí pretende evitar la dispersión del voto “reformista” auspiciando además la concentración del mismo en una sola candidatura (Musavi o Karrubi) intentando con ello cerrar el paso a los halcones ultraconservadores, partidarios de la línea dura y no fragmentar el voto, como ocurrió en las elecciones de 2005. Sin embargo, Khatamí tiene un tirón popular del que carecen Musavi y Karrubi. ¿Por qué entonces no forzar su candidatura…?. La explicación más plausible es la percepción de Khatamí de que la poderosa ala ultraconservadora le haría la vida imposible, bloqueando sus intentos de reformas como ya ocurrió bajo su presidencia entre 1997 y 2005. Presentando a Musavi, Khatamí podría maniobrar desde la trastienda y mantener, llegada la ocasión, su prestigio populista intacto. Por otro lado, Musavi es un hombre de talante más neutro y con cierta capacidad de consenso. Para Occidente el resultado no es baladí, pues sin con el islamo-fascista Ahmadineyad no dejarán de sonar los tambores de guerra, con los “reformistas” al frente de la Presidencia habría quizás alguna opción de diálogo. Aun manteniendo la política oficial iraní de apoyo a sus satélites Hizbolá y Hamás, es muy posible que con Musavi se rebaje la tensión, forzando a unos y otros a retomar los sinuosos caminos de la diplomacia.

La milenaria cultura iraní (con la peculiar aportación última del shiísmo) y el mismo pueblo de Irán, se merecen salir del aislamiento internacional al que le ha conducido, primero la implacable dictadura de la revolución jomeinista y, recientemente, la aventurera política neo-nazi de siniestros personajes como Ahmadineyad, sobre el que remito al lector a sendas columnas del 31 de marzo, 16 de agosto y 1 de diciembre de 2007, junto a las del 10 de enero y 1 de febrero de 2008. ¿Es posible una evolución en el régimen iraní….? Sería deseable y bien pudiera ser, pues hay indicios que apuntan al hartazgo de una juventud sometida ideológicamente a una dictadura islamista y que ve como, pese a la riqueza petrolera, el país no acaba de despegar. ¿No será la irresponsable y agresiva política de Ahmadineyah y los suyos una especie de salto adelante, a fin de ocultar la crisis interna intentando galvanizar a la población provocando un eventual ataque externo…?. Habrá que estar muy atentos analizando, con mentalidad cartesiana, las elecciones de junio en el país del pavo real. La paz se merece una oportunidad.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto