Yolanda Bel, portavoz del Gobierno, puso ayer en duda si los
representantes de los trabajadores de Obimasa, de Comisiones
Obreras (CCOO) de Ceuta, quieren realmente llegar a un
acuerdo. “La Administración quiere”, aseguró la consejera de
Medio Ambiente, “y pregunto: ¿Quiere la otra parte?”, añadió
en una rueda de prensa en la que los sindicalistas
aprovecharon las cámaras para hacer llegar su
reivindicación.
“Para que haya un acuerdo, las dos partes tienen que
querer”, expresó la portavoz del Gobierno local, para quien
la viceconsejera de Calidad Ambiental, Celinia de Miguel,
“más no se ha podido reunir con los representantes de los
trabajadores, porque ha sido un estudio diario de sus
peticiones y un contacto permanente y constante”.
“Incluso después de hacerle llegar el parecer de la Ciudad
sobre ese Convenio se ha seguido ofreciendo un diálogo
constante, pero parece ser que la otra parte todavía tiene
que reflexionar si se quiere sentar para llegar a un
acuerdo”, indicó Bel, quien volvió a recordar el informe del
interventor de la sociedad municipal que señala que superar
el 2% en incrementos retributivos sería “una ilegalidad
manifiesta y ni yo ni la viceconsejera podemos firmar el
Convenio; imposible”, sentenció.
La consejera de Medio Ambiente calificó las pretensiones de
CCOO de “desorbitadas” y recordó que “la coyuntura económica
no es la mejor”, por lo que pidió “flexibilidad y
responsabilidad” a los representantes de los trabajadores.
Por su parte, el secretario general de la Federación de
Servicios y Administraciones Públicas (FSAP) de CCOO, Emilio
Postigo, negó que el Comité de Empresa de Obimasa haya
recibido ninguna invitación para negociar y anunció una
nueva asamblea de trabajadores el jueves, en la cual se
podría plantear la huelga.
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