El más grande problema al que se
enfrentan los políticos es, sin duda alguna, a la pregunta
que les hace su clientela: “de lo mío, qué”.
Si a esa sencilla pero gran pregunta no se le da
contestación adecuada, la clientela va desapareciendo,
buscando opciones con capacidad suficiente para darle
repuesta a la mencionada pregunta.
Esa perdida de clientela es lo que está sacando de quicio,
al ser más inteligente y preparado que jamás haya nacido en
esta tierra, según sus propias palabras. Lo que le lleva a
arremeter contra todos y contra todo, ante el enorme fracaso
que se le viene encima, al no poder contentar a esa
clientela que, día a día, le sigue preguntando “de lo mío,
qué”, sin ser capaz de darle repuesta alguna, por habérsele
acabado la “bicoca”, sin que sepamos los motivos, que le han
venido consintiendo durante muchos años.
Han sido muchísimas las ocasiones, que nos hemos preguntado,
el por qué se le ha consentido. Y la única contestación, que
hemos sido capaz de darnos, es que a esta “lumbrera”, la
mayor inteligencia de este pueblo nuestro, nadie haya sido
capaz de bajarle del pedestal en el que él mismo se había
subido, cuando no era más que in ídolo con los pies de
barro, presto a venirse al suelo al menor soplo de viento.
Como así ha sucedido con la llegada del delegado del
Gobierno, que le ha puesto en el lugar que por méritos
propios le corresponde a un cadáver político.
De ahí su inquina hacia Fernández Chacón, al que acusa de
todos los males habidos y por haber de su persona,
llevándole al fracaso por no poder darle contestación a su
clientela, cada vez menor, sobre la tan manida pregunta que
suele realizar.
Los Planes de Empleo, ese caballo de batalla sobre el que se
subía, para darle satisfacción y contestación a la consabida
pregunta de su clientela, se le ha venido abajo, al
personajillo en cuestión, y se ha quedado sin recurso
alguno, para hacerle frente a la demanda que,
insistentemente, le hace esa pequeña clientela que le queda
y de la que, sin duda alguna, se va a quedar sin ella.
La actitud del delegado del Gobierno, de recibir en su
despacho a todas las personas del Plan de Empelo, siendo el
primer delgado que realiza este acto, hablándoles de sus
derechos y deberes, han llevado, al personajillo, la más
grande “lumbrera” que ha dado este pueblo nuestro, a montar
en cólera y cargar toda su ira contra esa actitud de
Fernández Chacón.
Hace mucho tiempo que hacía falta un delegado del Gobierno
como el actual, para haber puesto al personajillo éste en el
lugar que le corresponde. Nos hubiésemos ahorrados el tener
que soportar, durante años, el autobombo de quien sólo era
un don nadie, al que se le han permitido algunas cosas.
El problema que se le plantea, en estos momentos, es que se
va a quedar sin clientela alguna y, de esa forma, sin contar
con el apoyo de ella, difícil va a tener el poder conseguir,
lo que más desea en el mundo, un puesto en la Asamblea.
Tendremos que agradecer al delegado del Gobierno, que haya
puesto a esta “lumbrera”, el ser más inteligente de este
pueblo, en el lugar que le corresponde. Gracias, delegado.
|