Suena a tópico, pero otra oportunidad perdida. La AD Ceuta
volvió a dejarse tres puntos vitales en la lucha por
alcanzar el play off de ascenso, cayendo en el Alfonso
Murube ante un Polideportivo Ejido que demostró estar mucho
más mentalizado que el conjunto caballa para ganar el
partido. Y es que los ejidenses evidenciaron por qué son uno
de los favoritos al ascenso, dando una lección de principio
a fin sobre cómo se deben hacer las cosas. Para empezar, le
recetaron a la tarde ambición, algo de lo que ayer
carecieron los de Benigno Sánchez. Añadiéndole al envite una
buena dosis de orden defensivo y, por supuesto, una pizca de
picardía para aprovechar los errores del rival. Ese
ingrediente tan importante en esta categoría que en esta
ocasión se encontraron al sacar tajada de un mal despeje de
Pepe Martínez, que Nakor se encargó de traducir en el único
gol de la tarde. Una ventaja que los almerienses sabrían
conservar, como se deben hacer las cosas. Cortando el ritmo
de juego al contrario y evitando acciones de peligro en su
portería. Hasta el punto que estuvo más cerca el segundo
para los de Lucas Cazorla que el empate para los caballas.
Que afrontaron la tarde como si la historia no fuera con
ellos.
Llamó la atención que fue el Polideportivo Ejido el que, de
salida, dio un paso al frente, haciéndose con la manija del
partido y apoderándose del balón. Poniendo sobre la mesa sus
intenciones de doblegar a un Ceuta apático que tardó un buen
rato en dar señales de vida. Y lo hizo con balones ´llovidos
del cielo´, como el que tuvo en sus botas David Fas, para
sacarse un disparo lejano que se marchó rozando el palo de
la portería celeste. Una oportunidad que no cambiaría el
decorado, ya que los visitantes seguían dominando la
situación. Sin embargo, las ocasiones seguían cayendo del
lado local, como la que superado el primer cuarto de hora
volvió a disfrutar David Fas, estrellando el cuero en Razak.
O el libre directo que Alberto botó desde la frontal junto
al palo.
Hasta entonces el control del juego había sido de los
visitantes, aunque sin gozar estos de ocasiones. La primera
nació de un error de Duque al perder una pelota ante Juan
Díaz, quien disparó al lateral de la red. Pero mucho más
clara fue la que tuvieron los ejidenses, al pescar Nakor una
pelota en la frontal del área y, tras internarse, rematar
sobre Lledó. Un Nakor que volvió a intentarlo poco después,
al ganar la línea de fondo y volverse a topar con el arquero
sevillano.
Para los ceutíes, la acción más destacada fue la que acabó
con un cabezazo centrado de Javi Navarro a las manos de
Razak, tras un buen servicio de Duque. Intentándolo también
Álvaro y Javi Navarro con sendos remates lejanos a los que
les faltó puntería. Tras lo que se llegó al descanso sin
goles.
La segunda mitad arrancó con un Ceuta algo más animoso, que
probó fortuna por mediación de Elvis con un remate de cabeza
que se sacó a servicio de David Fas y que no encontró
portería. Sin embargo serían los visitantes los que se
adelantaron, al aprovechar Nakor Bueno un mal despeje de
Pepe Martínez, que acabó en el fondo de las mallas. Un tanto
en contra que, como viene sucediéndole a los caballas
durante toda la temporada, les hizo mella. Sin dar muestras
de poder reaccionar ante la adversidad.
Viendo que hacía falta un revulsivo, Benigno Sánchez dio
entrada a Carlos Valverde en lugar de Alberto, situándose
Javi Navarro en el doble pivote. Lo que no cambió las tornas
del envite, ya que los blancos siguieron jugando sin corazón
ni cabeza, basando su juego en arreones. Insistiendo, con
más de media hora por delante, en colgar balones que no
encontraban rematador. Eso, unido al rival que tenían
enfrente, hacía pensar que el segundo de los ejidenses
estaban más cerca que el empate. Y Diego Cascón lo tuvo en
sus botas, pero no acertó con la portería. En una fase de
partido en que los visitantes aprovechaban la más mínima
oportunidad para perder tiempo y cortar el ritmo. Así
dormían el partido y, de paso, arañaban segundos al reloj.
Eso que el Ceuta no ha sabido hacer cuando se ha puesto por
delante y le ha faltado a la hora de especular con el
marcador.
Viendo que la derrota estaba cada vez más cerca, y a falta
de diez minutos para el final, Benigno Sánchez dio entrada a
Txiki en lugar de Duque. Lo que no sirvió para cambiar el
panorama, ya que seguía estando más cerca el segundo gol
para los de Lucas Cazorla que el de la igualada. Y lo tuvo
Mikel Rico al contragolpe, al conectar un envío de Cañadas
desde la derecha, que Lledó desvió a saque de esquina.
Volviéndolo a intentar Cañadas con un remate desde la
frontal que blocó Lledó. Quien evitó que la derrota fuera
más abultada para un Ceuta que, sin argumentos, dejó pasar
otro tren que conducía a la fase de ascenso. La pregunta es:
¿pasará otro por la estación?
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