La consejera de Medio Ambiente, Yolanda Bel, afirmó ayer
haber recibido del Seprona un acta relacionada con la caza
furtiva. Bel aseguró que “en los casos de furtivismo y
vertidos en el monte vamos a aplicar siempre la sanción
máxima”. También evaluó que la batida de jabalí es el método
adecuado para controlar su población.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la
Guardia Civil ha levantado acta de un presunto caso de caza
furtiva y lo ha remitido a la Consejería de Medio Ambiente.
Uno de los métodos utilizados por los furtivos es crear
comederos artificiales en el campo a los que acuden los
jabalíes. Una vez que el animal se acostumbra a hallar
comida y acuden con mayor frecuencia, lo abaten con un arma.
“El acta es de un individuo que estaba depositando comida en
una zona de García Aldave. Él por supuesto puede alegar que
el acto respondía a otras razones pero vamos a intentar que
no se vaya de rositas”, afirmó la consejera de Medio
Ambiente, Yolanda Bel.
Además Bel aseguró que “se aplicará la sanción máxima en
este tipo de casos” para así controlar una práctica que se
está intensificando en García Aldave con motivo del aumento
de la cabaña del animal. En el caso de la caza de jabalí, la
falta estipulada es “grave” y la cuantía máxima está fijada
en los 3.000 euros. Esta máxima sanción se utilizará
igualmente para “los vertidos incontrolados en el monte y
para el uso de motos en los caminos. Ya lo estamos haciendo
y el último vertido incontrolado que hubo se llegó a
sancionar con 4.000 euros”.
El aumento de la población de jabalí puede ser peligroso
para las personas que utilizan los caminos del monte y
provocan desperfectos en el vallado de las instalaciones
militares de García Aldave. Además suponen un elemento de
presión predatoria para la fauna local. En su control Bel
aseguró que “en este asunto estamos completamente de acuerdo
con la Sociedad de Cazadores que probablemente gestione el
Plan Técnico de Caza. Su procedimiento es la batida y
nosotros también lo consideramos adecuado”.
Una de estas batidas se fijó para la última semana de enero
y la primera de febrero. Medio Ambiente es la encargada de
decidir la apertura de estos periodos extraordinarios de
caza según quedó expuesto durante el Consejo de Caza. Pero
en este caso se solicitó la colaboración de Delegación de
Gobierno para delimitar la seguridad con la Guardia Civil.
La consejera no quiso pronunciarse a este respecto: “Tienen
absoluta libertad para apoyar o no a la Ciudad. No voy a
opinar sobre este tipo de decisiones que adopte la
Delegación”.
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