LUNES. 9
Hace ya varios años, Pepe Ávila, director del Hotel
Tryp, me presentó a Luis Jacas Salvadó, director
comercial de Thorel, S.A. Y, dado que éste vive en Ibiza, se
preocupó de conocer cómo había sido mi estancia en aquella
isla durante dos años. Los que estuve como entrenador
requerido por Abel Matute, cuando éste era presidente
de honor de un conjunto ibicenco que estaba hundido en el
último puesto de la clasificación de un grupo donde
competían equipos como el Gerona, Levante, Lérida,
Villarreal, Mestalla, Tarragona, Barcelona Atlético,
etcétera. Luis, amén de empaparse de mis actuaciones y de mi
forma de vida en las islas Pityusas, se encontró con que uno
de sus mejores amigos lo había sido también mío en aquella
época. Se trataba del propietario del ‘Restaurante Alfredo’
en el paseo de Vara del Rey. Y en la siguiente visita a
Ceuta, a la que suele venir muchas veces, me puso al tanto
de cuanto Juan Riera, Juanito para los amigos, y
dueño del restaurante reseñado, le había dicho acerca de mí.
Hoy, una vez más, nos hemos visto en el Tryp y nos hemos
puesto a recordar cosas de Ibiza. Con enorme satisfacción
por ambas partes.
MARTES. 10
Coincido a mediodía en el restaurante La pérgola con
Ángel Díez Nieto, viceconsejero de Recursos Humanos,
debido a que él ha decido hacer tiempo para acudir a una
emisora de radio donde va a ser entrevistado. A nosotros se
nos une Miguel Ángel Vallejo y la conversación, a los
pocos minutos, toma vuelos de risas controladas. No es la
primera vez que destaco en este espacio lo buen conversador
que es Díez Nieto y el humor que destila. Hombre que tiene
facilidad de palabra y que está muy cultivado, sabe estar en
todo momento y resulta la mar de agradable pegar la hebra
con él. Aunque conviene estar al tanto de lo que se dice
porque el viceconsejero contraataca muy bien con la burla
fina y con su ya conocida retranca. Por cierto, que Ángel me
preguntó si había leído el libro que escribió en su día. Y
le dije que no. Y ha quedado en enviarme un ejemplar. Seguro
que cuando lo tenga disfrutaré de su lectura.
MIÉRCOLES. 12
A la izquierda, según se entra en el Hotel Tryp, hay una
mesa que corresponde a la Jefa de Calidad del
establecimiento. Se llama Blanca Gómez. Y si uno la
observa, aunque sea poco tiempo, se percata rápidamente de
que es una mujer hiperactiva. Hoy, dado que la conozco desde
hace muchos años, me he permitido decirle que sigue igual
que siempre. Sin tomarse un minuto de respiro. Blanca,
además de trabajar a todo trapo en el hotel, es secretaria
general de Hostelería en la Unión General de Trabajadores.
Sindicato al que le dedica su tiempo sin que haya querido
jamás ser liberada de su trabajo. Y, por si fuera poco,
lleva su casa para adelante, cuida a su madre, y aún tiene
tiempo para sacar a su perro a pasear. Cuando le digo que ya
es hora de que aminore la intensidad de sus actividades, me
responde que si lo hiciera se encontraría fuera de lugar.
Que es así, es decir, gastando tantas energías, como se
siente satisfecha. Al menos, mientras su cuerpo aguante. Y
el cuerpo de Blanca aguantará. Claro que sí.
JUEVES. 13
Jamás he hablado con Rachid Mohamed: Viceconsejero de
Industria del Gobierno presidido por Juan Vivas. Pero
sí he oído decir que es un político ambicioso. He aquí una
anécdota que nos aclara los enormes deseos que tiene de
medrar. Recién elegido viceconsejero, parece ser que accedió
al despacho del presidente de la Ciudad para ponerle al
tanto de su descontento por no haber sido nombrado
consejero. Porque, según Rachid, ser consejero era lo que le
pertenecía por el mucho bien que él le había hecho al
partido aportando cierto número de militantes. Todo ello
ante un Vivas que se hacía cruces ante aquellas
manifestaciones. A mí me parece muy bien que el
viceconsejero de Industria, licenciado en Derecho, tenga
tantas aspiraciones. Pero también sería conveniente que
pudiera demostrar, si llegara el caso, que su fidelidad al
partido está en la línea de sus ambiciones. No vaya a ser
que, en cualquier momento, se descubra que su comportamiento
no es el más adecuado. Y que su estupenda posición pudiera
venirse abajo en un amén.
VIERNES. 14
José Luis Cordero vive fuera de Ceuta. Y en cuanto
viene a su tierra procura buscarme por los sitios donde sabe
que paro no sólo para saludarme sino también para tomarnos
las dos copas que nos hacen hablar por los codos. Mi aprecio
por José Luis es algo que él se sabe de memoria. Así que
hoy, en cuanto nos hemos cruzado por la calle, no hemos
dudado en darnos un garbeo por los sitios habituales con el
fin de terminar en los establecimientos de costumbre. Más de
una hora hemos estado hablando de cuanto nos apetecía. Y sin
tapujos, además. Porque José Luis es de palabra fácil y no
se corta lo más mínimo en decir lo que siente. Aunque es
verdad que con el paso de los años ha conseguido dominar sus
impulsos. A mí me parece que cierto sosiego ha terminado por
apoderarse de él, y ello es algo que se le nota muchísimo. Y
es que mi amigo ha sufrido de lo lindo durante varios años.
Años en los que parecía que toda la mala suerte del mundo
había decidido cebarse con él. Creo habérselo dicho ya, pero
si no es así, que sepa que yo siempre he pedido lo mejor
para él y para los suyos.
SÁBADO. 15
Coincido con Antonio García-Gaona, presidente de la
Federación de Fútbol de Ceuta. Pero, en esta ocasión, no le
amargo el momento preguntándole por si ha decidido ya
encargar una auditoría para dar a conocer cómo están las
cuentas del organismo que preside. De cuya contabilidad hace
innumerables años que nadie sabe nada. Esta vez, mi pregunta
es la siguiente: ¿Cree el presidente que los árbitros están
perjudicando a la Sociedad Deportiva Ceuta? Y Antonio, tras
mirarme de arriba abajo, responde que no. Que los árbitros
están haciendo bien su cometido. Y que al igual que la
temporada pasada se decía, por error, que los colegiados
ayudaban a la causa del Ceuta, ahora le ha dado a la gente
por opinar lo contrario. Y a partir de ahí, Antonio se
deshace en elogios hacia los árbitros. A los que defiende a
capa y espada. Lo cual es normal en quien es presidente de
un organismo tan poderoso.
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