Decía la sabia de mí abuela, que
el mundo avanza que es una enormidad. Y no le faltaba razón
alguna, porque de no haber avanzado, tal y como ella
predecía, los humanos nos habríamos quedado en la edad de
piedra.
El avance lo ha experimento la Humanidad en todos los
sentidos, incluso desde el propio nacimiento. Antes los
niños nacían con los ojos cerrados. Hoy los niños nacen con
los ojos abiertos. Y no digamos nada del avance
experimentado por las ciencias. Operaciones que antes
llevaban a la muerte, como la apendicitis, hoy la puede
realizar cualquier cirujano con todo éxito y de forma fácil.
Es lógico que le mundo haya avanzado de la forma que decía
mí abuela que, sin duda alguna, de vivir se hubiese
asombrado de los avances experimentados, algunos de ellos
como la televisión que no llegó a conocer o estos bichos
increíbles que son los ordenadores.
Y al mismos compás que han avanzados las ciencias, lo hemos
hecho los humanos. En mi generación o dos generaciones
posteriores a la mía, no hay que irse muy lejos, los
chavales con dieciséis o dieciocho años, sólo pensábamos en
tratar de ser futbolistas, médicos o bomberos y hasta o
llegar a los veintiún años, que entonces era considerada la
mayoría de edad, no teníamos otros pensamientos, pues lejos
quedaban los amores a esas edades de los dieciséis o
dieciocho años.
A decir verdad, seguíamos siendo unos niños, sin mayor
responsabilidad que las que nos obligaba a estudiar para
tratar de labrarnos un porvenir, con vista al día de mañana,
que se nos antojaba bastante lejos.
Hoy un chaval con dieciséis años es todo un hombre con
responsabilidades y otras ideas y conceptos de la vida muy
diferente a esas generaciones a que nos estamos refiriendo,
la mía y dos posteriores.
Quizás pensando en ese enorme avance de la Humanidad la
ministra Bibiana Aido afirmó que: “si un menor puede casarse
o tener hijos también puede decidir abortar”.Lógicamente, si
prosperase la propuesta de la ministra, quedaría anulada la
autoridad de los padres.
Aprovechando esta situación podríamos rebajar la mayoría de
edad a los dieciséis años y, de esa forma, podríamos meter
en la cárcel a todos esos pandilleros e incluso asesinos que
amparándose en que son menores de edad, evitan ir a al
mismas. Lo que sería un beneficio enorme para toda la
sociedad que tiene que soportar, sin poder hacer nada por
evitarlo, a todo eso pandilleros y asesinos menores de edad
De la misma forma que pueden casarse o tener hijos y pueden
abortar, pues por esa regla de tres, pueden comprar tabaco,
adquirir bebidas alcohólicas e incluso depositar sus votos
en cada una de las elecciones que se celebren.
Con la cantidad de métodos que existen, hoy día, para no
quedarse embarazada el aborto, a esa temprana edad, no es un
alarde de progreso, más bien es de la época de Nerón.
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