El XXI Congreso Nacional del Libreros ha reunido en la
ciudad desde el pasado miércoles a más de un centenar de
profesionales del sector. Ayer se cerraban las ponencias con
unas conclusiones para la cita organizada por la
Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros
(CEGAL).
Los libreros extraen un total de cinco conclusiones de la
multitud de ponencias que se han expuesto en los dos últimos
días. Principalmente buscan las fórmulas que deben ser
empleadas para enfrentarse a los nuevos tiempos de formatos
digitales y detallan algunos aspectos que deberían incluirse
en la elaboración de un plan para el sector que auspicia un
estudio estatal. La primera reivindica la librería “como
canal natural para la venta del libro” según lo estipulado
en la Ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas. Por
lo que “la red librera española incopora la comercialización
de los nuevos soportes de lectura en el entorno digital”.
La segunda conclusión establece un enfrentamiento optimista
y conjunto a las nuevas posibilidades que ofrece el mundo
digital. El congreso “constata el valor de las herramientas
tecnológicas y de los protocolos de funcionamiento
desarrollados gracias a la colaboración entre editores,
distribuidores y libreros durante los últimos años”. Y apoya
el mantenimiento de “esta estrategia de colaboración masiva
ante los desafíos que plantean las nuevas formas de
lectura”.
La tercera resolución versa sobre la elaboración de un plan
consensuado en España para el sector del libro según
recomienda el estudio reciente sobre la comercialización del
libro en España. En este futuro plan el congreso recomienda
que se sigan unas líneas de actuación como el apoyo “a la
red librera al constatar el estudio que es la que ofrece
mayor calidad de servicio, diversidad de oferta y
rentabilidad”. También se solicita “el compromiso de las
distintas administraciones” para que ellas sean “las
primeras en utilizar las librerías para unas compras
institucionales equilibradas, transparentes y con garantías.
En el nuevo plan se debe hacer hincapié en una formación
“acorde con nuestras necesidades profesionales”. Y, por
último, en el proyecto se deberá contemplar la figura del
Defensor de la librería para que “vele por el cumplimiento
de la ley y la continuidad de las librerías como espacios
culturales, tal y como emana del preámbulo de la Ley de la
lectura, del libro y de las bibliotecas”.
El cuarto punto de esta serie de conclusiones extraídas del
congreso reafirma el valor de las librerías como gestor
cultural y “como referente imprescindible para la sociedad
lectora” y da como ejemplo de reconocimiento “la concesión a
CEGAL del Premio Nacional al Fomento de la Lectura 2008”.
Por último, el congreso establece “su apoyo incondicional al
precio fijo y único para cualquier tipo de libro, incluso
los manuales de texto”.
En el XXI Congreso celebrado en la ciudad se ha aprobado
también la próxima sede de la siguiente edición que tendrá
lugar en Las Palmas de Gran Canaria según la candidatura
presentada por el Gremio de Libreros. Además, la asociación
ha querido agradecer “a la Ciudad Autónoma, a la Consejería
de Turismo de Ceuta y a la dueña de la Librería Tótem,
África García, su excelente acogida para la organización de
este congreso”.
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El fomento a la lectura y el enfrentamieno a los nuevos
formatos digitales, la base de ambas jornadas
El XXI Congreso Nacional de
Libreros tuvo su primera jornada el pasado jueves. El libro
digital y las perspectivas que abren y cierran las nuevas
tecnologías del sector protagonizaron las conferencias
ofrecidas durante las jornadas. Así el librero bilbaíno
Javier Cámara hizo un llamamiento a sus compañeros para que
incorporen el nuevo formato y se posicionen como
establecimientos de referencia para la compra de los libros
digitales y Publidisa abogó por la comercialización de
contenidos digitalizados a través de la red librera. La
necesidad de formación y la congelación de los precios como
forma de afrontar la crisis fueron los otros dos asuntos que
se tocaron durante la jornada. El viernes el Premio Librero
Cultural 2006, Manuel garcía Iborra, habló sobre la
iniciativa Kirico y la presentó como un posible modelo para
otros proyectos de desarrollo de lectura. Por su parte, la
presidenta del gremio de Libreros de Madrid, Pilar Gallego,
expuso las medidas de apoyo a las librerías que se han
podido extraer de un reciente Estudio de Comercialización
del Libro del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y
del Ministerio de Cultura.
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