La España que nos hiela el
corazón, muestra y demuestra que, desde la desaparición de
la Oprobiosa Dictadura, cada decenio de nuestra Historia
pare a un enemigo público nº 1 del Sistema o Icono Fashion
de la criminalidad más vil, ruin e inhumana. ¿Qué les ponga
un ejemplo de mi teoría no-esotérica? Vale, pues en la
década de los ochenta el Delincuente por Antonomasia fue
Ruiz-Mateos, expropiación de Rumasa, crucifixión publicitada
y publicitaria, linchamiento feroz, fotografías de la
estancia del malhechor en las lóbregas cárceles alemanas
antes de ser extraditado a España y cruel algarabía en torno
al expoliado imperio de uno de los empresarios más
excepcionales que ha dado esta España. Sí, la misma, la que
a veces se torna en madrastra por mor de los trajines de
malnacidos capaces de institucionalizar y dar un burdo
maquillaje de legalidad a lo que no son más que viles
felonías.
Y a la vista están los resultados: años más tarde, Ruiz
Mateos rehabilitado tras un accidentado ir y venir por esos
lugares llamados tribunales que, al parecer, tienen algo que
ver, muy tangencialmente, con el misterioso, buscado y
desconocido concepto de algo llamado “justicia” concepto del
que, por cierto, no puedo proporcionarles más datos porque
carezco del instrumental necesario para indagar sobre la
veracidad de su existencia. De hecho, los físicos, los
astrónomos y las gentes de ciencias así como los ufólogos,
parlotean incansablemente sobre el fenómeno “ovni”y algo
similar opino, desde mi diáfana inteligencia superficial,
que debe pasar con eso que llaman justicia : que han
existido avistamientos pero, la verdad, se guarda en
expedientes X en poder de la NASA. ¿Qué carajo están
murmurando ahora, por tal de no dejar de incordiar? Y además
con esas caras que tienen ustedes que parece que se las han
encontrado barriendo en una marisquería. ¿Qué en la revista
Más Allá y en el espacio Cuarto Milenio hablan de cosas de
marcianos y da mucho susto? Claro y en las tertulias de la
casquería del corazón y en el descansado “Aquí hay tomate”
hablan de justicia y te da el mismo acojone. Lo desconocido
siempre resulta inquietante.
A lo que iba, ahí tienen a Ruiz Mateos, querido, admirado y
considerado víctima inocente de una inmensa putada. Eso fue
en los ochenta. Y en los noventa a Mario Conde no se le
ocurre otra cosa que ser el hombre más idolatrado y el
ejemplo de superación personal y de cojones a seguir por
toda una generación de españoles. Y va el muy tentón y larga
un discurso en su nombramiento como doctor Honoris Causa que
hace temblar el depauperado Sistema y les pone los huevos de
corbata a Felipe y a Aznar. Porque ahí, en Mario Conde,
había madera de líder, exudaba carisma a chorreones y el
pueblo llano y soberano susurraba en tertulias y corralones
“Ese, ese es el que tiene que venir a mandar, ese sí que
sabe”. A los Poderosos Oficiales del gran cortijo del
politiquería les entró un yuyu, un jamacuco y un espeluco,
una alferecía y un repente y como andaban con las maneras
del líder más arrascáos que la estera del gato, le
organizaron un macromontaje para meterle en la cárcel y
finiquitar con amenazas externas y con “listillos” capaces
de hacer peligrar el gran latifundio en manos de los
terratenientes, en este caso votatenientes, del Stablishment.
¡Que bueno el Auto de Fe que le montaron a Mario Conde!
Ordalía fetén, hoguera por aquí, flagelación pública por
allí, unas estiraditas en el potro de tortura y muchas
raciones de bandejas en el Hotel la Reja (que allí acaba
todo el que destaca y se queja). Pero va el muy joío, como
se dice en mi barriada pescadora de el Palo profundo y sale,
con su reluciente Master en Grandes Traiciones debajo del
brazo, más sabio que las Cabañuelas y con más conchas que el
Camino de Santiago. Y se pone a hablar. Y la gente alucina,
sabiendo que vale más por lo que calla que por lo que
cuenta. Abre el pico y sube el pan. Ya tenemos un nuevo
Maestro en este accidentado siglo XXI, una especie de gurú
postmoderno que habla de economía y calla al Presidente del
banco de España, que habla de ética y no calla a nadie
porque aquí no hay ética, la verdad, para que vamos a
engañar. Habla de soluciones y el populacho, nosotros, las
apuntamos en un cuaderno y abre un blog y se colapsa
internet. Donde hay madera de líder hay madera de líder,
aunque al tipo le vistan de sadomaso y le pongan a desfilar
en una carroza del orgullo gay. Mario Conde es la Gran
Esperanza Blanca, pero poquito a poquito, le vayan a meter
un montaje relacionándole con el Gran Enemigo Público Nº 1
del Sistema que hoy por hoy, en este convulsionado siglo XXI
que es Juan Antonio Roca, saqueador oficial de las arcas de
Marbella y Alcalde electo del municipio costasoleño durante
años. ¿Qué leches quieren ahora y a que viene el afán
demoledor de interrumpirme, con el riesgo de que me ataque
una crisis de ansiedad y tengan que servirme un cucharón de
trankimazines? ¿Qué Juan Antonio Roca, ni ha sido jamás
Alcalde de Marbella, ni cargo electo, ni político, ni tenía
las llaves del arca de los dineros que ¡Menudo era Jesús
Gil!? Eso es verdad, la batuta y la vara de mando las
ostentaba en exclusiva el descansado Gil y Gil y en Marbella
se hacía lo que le salía de sus gilistas ingles, pero, como
ese gordo ya reventó de los disgustos a alguien hay que
crucificar que, los occidentales somos muy “eso” con las
crucifixiones y tenemos metidas en las entretelas del ADN
las flagelaciones, las coronas de espina, los tortuosos
caminos del Calvario, la imagen de las mujeres llorando a
los pies del madero y la manía enfermiza de matar en vida a
inocentes que, como Ruiz Mateos, Mario Conde o mi anciano
esposo Erik el Belga, el gran expoliador y falsificador de
los años setenta y hoy hombre de Dios que pinta retablos de
iglesias, todos ellos acaban resucitando y en la Gloria.
Como acabará Juan Antonio Roca. Antes que él fueron los
siete días de torturas feroces en la comisaría de Vía
Layetana del criminal Erik el Belga, las cárceles y la ruina
de Ruiz Mateos, el descuartizamiento de Mario Conde y ahora
toca la Pasión de Roca, la persecución a su esposa y a sus
niños, ese caso Malaya que cuenta más mentiras que el
almanaque zaragozano y toda la bazofia infecta, repugnante y
artera. Como siempre ha sido en esta España donde, los
mediocres, los indigentes morales, los anoréxicos éticos y
los envidiosos hacen agostos casi perpetuos y, cada decenio,
brindan a los Dioses que vinieron del cielo, el sacrificio
de una víctima inocente a la que arrancan el corazón
abriéndole el pecho con un cuchillo de onix. Los Dioses que
vinieron del cielo de las antiguas culturas, el fenómeno
Ovni, la Ufología y el fenómeno Justicia. ¿Todo muy
paranormal? En efecto pero ¡que ilusión si, los Dioses que
llegaron del cielo, los ovnis y la justicia existieran! ¡Es
que nos cambiarían la vida! ¡Ay!.
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