“Nunca pensamos que nos pudiera pasar a nosotros. Estábamos
acostumbrados a dejar la ventana medio abierta, porque
contábamos con nuestro perro por si pasara algo”, pero esta
vez, ni el perro, ni el sueño ligero de la dueña de la casa
M.Á.M., ni su marido, A.R. se enteraron de nada.
Sucedió hace una semana, en el segundo piso del bloque 2 de
Pérez Serrano. Los ladrones accedieron a la vivienda a
través de la ventana de la cocina; estaba medio abierta y la
persiana casi bajada al completo. Ella descansaba en su
dormitorio habitual, él en uno cercano y el perro en otro
distinto. “Recuerdo que el perro vino a mi cama, ladrando,
pero yo estaba tan dormida que no recuerdo si llegué a
decirle que iba a levantarme, luego no lo hice, pero
recuerdo que el reloj marcaba las 6.59 y que oí la puerta
cerrarse, pero pensé que serían los vecinos, porque está
habiendo una mudanza justo al lado de mi puerta. Volví a
acostarme y me levanté a las 9 de la mañana, cuando yo más
tarde de las 7 no me levanto nunca, entre otras cosas porque
tengo el sueño muy ligero”, narró M.Á.M. “Me desperté y
sentí cómo me dolía toda la cabeza, tenía la lengua
semidormida, como si me la hubieran anestesiado. Me tomé un
‘Nolotil’ y vi que estaba la persiana más subida de la
cuenta, que una maceta estaba descolocada, pero pensé que
había sido mi marido. Cuando se me fue pasando fui a buscar
el móvil y no estaba, llamé desde el fijo y no sonaba en la
casa. miré el bolso y estaba abierto. Ahí supe que había
pasado algo y desperté a mi marido”. A él le habían robado
dinero de la cartera, el DNI y la cartilla de la Seguridad
Social. A.R. comentó que sintió su garganta áspera al
levantarse y que no se dio cuenta de que le faltaba dinero y
documentación hasta que fue a denunciar a la Policía
Nacional. “Siempre hemos confiado en nuestro perro, es
grande y de un ladrido hubiera echado de la casa a los
ladrones, ahora está sordo y no fue hasta que terminaron de
robar cuando se despertó y consiguió que se fueran. Ese fue
el portazo que oí a las 6.59, pero yo estaba medio grogui y
no podía imaginarme que hubieran entrado en mi casa a robar,
una siempre se fía de que no le pase, Llano de las Damas es
una barriada tranquila. No contamos esto para crear alarma,
sino para que la gente no se confíe y que ponga protección a
sus casas”, relató la dueña.
Después de poner la denuncia, la Policía Científica acudió a
la casa a tomar huellas, aunque advirtió de que posiblemente
los delincuentes hubieran usado guantes o alguna otra
estrategia para no dejar pistas.
Días antes de que entraran en la casa de esta familia, otro
bloque de Pérez Serrano, en este caso el número 5, había
sido víctima del mismo hurto, aunque esta vez con los
propietarios fuera de casa. También fue una segunda planta.
Y cerca de la calle Real, en Maestranza, otro tanto. Aquí,
la pareja tampoco se despertó durante el asalto y también
encontró signos de haber sufrido algún tipo de
adormecimiento. Teléfonos, dinero, “robaron y dejaron las
cosas donde estaban”, comentó uno de los miembros de esta
familia, “pero ninguno de los dos se percató hasta que
despertaron”. En este caso, no se interpuso una denuncia,
según indicaron a este medio.
“Lo peor es saber que han entrado en tu propia casa, que han
merodeado junto a la cama en la que dormías. El primer día
me sentía fatal, pero con el paso del tiempo comprendí que
lo mejor es que no me desperté, porque ni sabemos cómo
habría reaccionado el ladrón ni cómo habría reaccionado yo o
mi marido”, explicó M.Á.M.
Desde la Policía Nacional, mientras tanto, aseguraron que
sólo tienen constancia de un suceso de este tipo y
descartaron cualquier alarma. Es más, afirmaron que no hay
repunte de delincuencia y que la línea es positiva. Aún así,
indicaron que están detrás de este suceso gracias a la
“única denuncia” que poseen y desconfiaron de los rumores y
el boca a boca. “Una cosa es la seguridad objetiva, que es
la que nosotros manejamos; y otra la seguridad subjetiva,
que es la del rumor y los comentarios”, apuntaron fuentes
policiales. La Brigada Judicial está investigando estos
sucesos y espera cortarlos lo antes posible.
El robo de Llano de las Damas, el único que se ha
denunciado, consta de la madrugada del domingo 8 de marzo;
el otro caso de Llano de las Damas, según aseguraron fuentes
vecinales, sucedió días antes. Mientras, el de Maestranza
ocurrió hace varias semanas, también de madrugada, aunque
los afectados no quisieron ahondar en el asunto.
“Sabemos que no nos van a devolver el dinero, pero siempre
es positivo denunciar, para que conste en las estadísticas y
que la Policía cuente con más datos”, dijo M.Á.M. En esta
vivienda los ladrones se llevaron al menos 500 euros, tres
teléfonos móviles y documentación.
Anestésico
Según los dos testimonios ofrecidos por las víctimas de los
robos, ambas familias fueron adormiladas por los ladrones
para que estos pudieran ‘trabajar’ a sus anchas. Los relatos
coinciden en el escozor de la garganta, además de un sueño
profundo. En ambos sucesos se despertaron más tarde de lo
habitual.
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