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Ceuta se convirtió desde ayer y
hasta pasado mañana en la capital de los libreros españoles
al acoger el Congreso Nacional de la Confederación de
Gremios y Asociaciones del sector (CEGAL), un magnífico
encuentro de profesionales del mundo del libro que eleva el
nivel de las actividades de este tipo que hasta la fecha ha
venido acogiendo la ciudad autónoma. Sin desmerecer a ningún
otro y en un momento en el que tanto se está hablando del
futuro económico de Ceuta, este es un momento estupendo para
orientar a la ciudad hacia el desarrollo por la vía del
conocimiento y la cultura, ofreciendo por fin una imagen al
exterior distinta de la del narcotráfico, las tragedias de
la inmigración, el galopante fracaso escolar y el
incontenible desempleo.
La primera piedra en ese sentido, y es muy de agradecer, la
ha puesto el presidente de la Confederación, Fernando
Valverde, que describe Ceuta en la presentación del evento
como “una ciudad de ensueño para reunirnos, encrucijada de
culturas y lenguas, de tradiciones y de modernidad. Un
emplazamiento además, cercano y de fácil acceso, para el que
sólo hemos buscado una excusa: reunirnos y hablar, discutir,
decidir y adelantarnos, en definitiva, al presente y al
futuro de las librerías”.
Otra piedra ilusionante en este camino la han puesto tres
jóvenes periodistas locales que, sin hacer ruido, han
conseguido consolidar y establecer ya con carácter anual una
cita de nivel como el congreso que lleva el nombre del
alcalde Sánchez Prados. La denominada Economía del
conocimiento se caracteriza por utilizar este como elemento
fundamental para generar valor y riqueza por medio de su
transformación a información. En las últimas décadas, la
inversión en capital intangible ha crecido considerablemente
incluso en mayor medida que el capital tangible. Es la hora
de que Ceuta, con poco espacio y materias primas que
explotar, apueste por esta fórmula de desarrollo.
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OPINIÓN / EDITORIAL
