Quizás, es momento de recordar un
año después de la reelección de Zapatero que político
español ocupaba la cartera de Economía y Hacienda durante la
última Legislatura de Felipe González, cuando perdieron las
Elecciones Generales en 1996 legando una tasa de desempleo
superior al 22%, disminuida posteriormente al 11% con los
gobiernos de José María Aznar. Ocho años después, otro
Presidente socialista recupera para la política nacional a
quien había protagonizado el periodo económico más oscuro de
nuestra joven democracia.
Un demagogo dirigente socialista que omitió voluntariamente
durante la pasada Campaña Electoral los datos económicos
negativos existentes ocultándoselos a una ciudadanía que
posteriormente sufriría los efectos de nuestra actual
recesión. Los números actuales certifican esta afirmación ya
que, el tejido empresarial español pierde 7000 empleos
diarios lo que significa que, en pocos meses, nuestro país
alcanzará la barrera de los 4.000.000 de desempleados.
Aunque, lo verdaderamente lamentable es percibir la realidad
cotidiana de las familias españolas incluidas en estas frías
estadísticas justificadas por los dirigentes socialistas en
problemas estructurales ajenos a la gestión política durante
los últimos cuatro años de José Luís Rodríguez Zapatero. Un
Ejecutivo que ha sido incapaz de adoptar las medidas
necesarias conducentes a minimizar los efectos perniciosos
provocados por nuestra debilitada economía durante los
últimos cinco años que ha llevado a más de un millón de
personas en España a depender de las ayudas de las ONG para
comer.
Hoy, las familias españolas sufren los efectos de la
inacción de un Gobierno socialista empeñado, en los últimos
años, en desprestigiar a la primera fuerza política de la
oposición utilizando todos los medios a su alcance tal y
como ha quedado demostrado en las últimas semanas con la
dimisión de un Ministro maniobrero, fiel exponente de la
España oligárquica y cacical así como, con las actuaciones
de quien le acompañaba en sus aventuras campestres.
En definitiva, España necesita del firme compromiso de
quienes ostentamos la soberanía nacional al objeto de
desbancar del Gobierno de la nación a quienes han
personificado, en los últimos años, la demagogia mas rancia,
la incapacidad de encontrar soluciones a los verdaderos
problemas que aquejan a nuestra sociedad y a quien ha sido
incapaz de liderar un proyecto de futuro.
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